María Madre siguió los entrenamientos, más allá de los obstáculos que tuvieron que sobrepasar en esta difícil situación. Martín Vitta, entrenador del club de La Lata, habló con Cuna Del Futsal acerca de la actualidad que atraviesa el equipo, como así también sus virtudes y defectos.
En primera medida, repasamos la lista de jugadores y dupla técnica que forman parte del plantel superior:
Lucas Ocampo, Marco Cardozo, Guillermo Aguirre, Jonatan Quiroga, Román Mattana, Facundo Mattana, Isaac Ponce, Emiliano Mattana, Marcos Pino, Agustín Princich, Mauro Berguera, Juan Cruz Núñez, Ángel David Vargas, Jorge López, Leonardo Cajal, Luis Figueroa, Lautaro Villordo, Julio Mattana, Walter Ibarra, Lucas Laudanno, Juan Mattana, Ulises Cuenca, Héctor Ramírez. Jesús Flores, Adriel Albarracín, Hugo Molina, Fernando Arevalos, Bruno Ledesma.
- Director técnico: Martín Vitta.
- Preparador físico: Ernesto Oroño.
“Trabajar a la distancia nos complicó mucho como a todos, pero quizás un poco más. Somos un club barrial y con alto contenido social. Nuestra forma de trabajar está basada en el encuentro, para construir y reforzar los lazos y, sobre todo, para acompañarnos es fundamental vernos las caras, estar presentes y poner el cuerpo”, destacó el entrenador de María Madre. “Durante este tiempo nos vimos forzados a modificar lo que nos caracterizaba y empezar a proponer otras cosas”, concluyó su idea.
Por su parte, sintetizó cómo fueron las propuestas que tuvieron un doble objetivo y comentó: “Por un lado mantener un poco la cuestión física, o al menos no perder el buen trabajo que se había hecho en la pretemporada”. Siguiendo con la misma idea, dijo: “Y por otro lado lo más importante, mantener los vínculos, acompañarnos, estar al tanto de la situación de cada uno de los pibes, saber si alguien necesitaba ayuda o la estaba pasando mal en el aislamiento y poder darnos una mano como grupo”.
“En estos dos sentidos fueron todas las propuestas. Inicialmente, Ernesto organizó todas las rutinas físicas para que individualmente los pibes las realicen en sus casas. Todas pensadas en espacios muy reducidos, ya que al principio sabemos que el confinamiento fue muy riguroso”, remarcó Vitta.
“Paralelamente, en un comienzo de forma semanal y después de forma quincenal, acercábamos propuestas más pensando en lo grupal o lo humano: por ejemplo, en un proceso muy interesante organizamos la elección del capitán y sub capitán del plantel, para lo que previamente acordamos con el grupo lo que fueron los criterios de selección”, expresó Martín. “Después, por iniciativa del plantel se coordinó junto con la parroquia una colecta de alimentos, para colaborar con la asistencia alimentaria que desde allí se brinda al barrio. Como siempre decimos, el club es una pata de un proyecto social y barrial que excede a lo deportivo y donde lo humano y lo grupal siempre está en primer plano”, agregó el DT.
A pesar de que muchos tenían problemas de conectividad o dificultad para el uso de aplicaciones, organizaron videollamadas semanales por un tiempo y de esta manera, explicó: “Allí vimos la dificultad que había para cumplir las rutinas de manera individual y como se empezó a abrir la cuarentena de a poco, lo que hicimos fue organizarnos en parejas de trabajo”. Así mismo, siguió: “Entonces el profe (Oroño) mandaba las rutinas de entrenamiento ya con la posibilidad de hacerlo al aire libre, y el grupo se organizaba para salir de a dos”.
“Siempre tuvimos extremo cuidado que las rutinas no impliquen juntar mucha gente y que se cumpla estrictamente lo que se establecía desde los distintos estamentos del gobierno y las autoridades del club”, señaló el técnico de María Madre. “Otras actividades que le propusimos a través de formulario online o del grupo de Whatsapp, fue el desarrollo de algunos conceptos técnicos o tácticos, más que nada como para seguir teniéndolos presentes con el paso del tiempo”, añadió.
Cerrando con esta idea, Martín manifestó:
“La verdad que al no entrenar en el club y hacerlo a la distancia fue un desafío para el grupo poder cumplir todo. Si bien el contacto fue fluido por momentos, costó mucho la continuidad en las actividades. Lo más importante es que el grupo pudo seguir unido y que estamos esperando con ansias la vuelta a los entrenamientos presenciales, para de a poco recuperar la esencia de este club que es generar este espacio donde todos/as estemos cómodos/as, seamos parte y podamos desarrollarnos íntegramente como personas”.
Para finalizar primero contó una virtud del plantel: “Es La unión del grupo. Creo que encontramos un plantel que, no exento de conflictos que tiene que atravesar, tira siempre para el mismo lado y que se apoya mutuamente. Sobre todo ante las adversidades”. Y luego un defecto a mejorar: “La inexperiencia. Todavía somos un equipo nuevo en la divisional. Muchos jugadores muy jóvenes y sin experiencia en el deporte. La mayoría no hizo inferiores de futsal. Sabemos que por un tiempo seremos un equipo en formación”.
Periodista. Cuna Del Futsal