Jugar al futsal tiene muchas particularidades. Una pelota de medio pique, botines especiales, saque de banda con los pies e infinitos puntos que hacen a este deporte tan atractivo. Pero hay algo que no cambia, y en la semana donde se festeja su día, Cuna del Futsal dialogó con los encargados de defender la línea de meta, los arqueros.
En este caso nuestro protagonista sale del Boulevar Rondeau 2932 y con toda su trayectoria en Banco Nación, Leandro Rech se viste la casaca distinta y sale a la cancha.
El “Palomo”, como lo conocen en el club, llegó al futsal de la mano de Mauricio López (coordinador de Rosario Central) ya que lo vio jugar en un torneo de futbol 5 con su equipo de amigos: “La Resaca del Tinto”. Allí, Lopéz lo incentivó y hasta llegó a practicar con el Canalla.
Pero apareció Banco que cuando se enteró que Rech estaba entrenando lo fue a buscar: “Tenía amigos y conocidos en el club, hace muchos años me venían invitando”, contó Leandro a CdF. Habló con su padre, éste le marcó la cancha y le dijo: “No hay nada más lindo que jugar con amigos” y fue en 2016 que decidió ser parte del club del boulevar.
“La verdad que ese consejo se lo voy a agradecer de por vida, porque lo que estoy viviendo con este grupo en estos casi tres años es hermoso”, manifestó Rech dándole créditos a su padre, Alberto.
Sin embargo, no se olvidó del primero que lo buscó y completó: “A Mauricio también le agradezco mucho porque de no haber sido por él no hubiese conocido este deporte”.
Llegó al futsal con 31 años y antes pasó por el fútbol de campo en Argentino de Rosario. La experiencia le da la posibilidad de analizar las diferencias entre ambos deportes y fue claro: “La intensidad y la adrenalina con la que se juega futsal es mayor”.
Y centrándose en su puesto no dudó: “La participación del arquero es mayor y las probabilidades de que cambie el resultado en cuestión de segundos es muchísimo más alta”.
El arquero zurdo sostuvo la “especialidad” del puesto: “Una buena actuación te puede convertir en héroe y un error puede costar carísimo y sentirte responsable del resultado” pero no dramatizó el tema: “Son las reglas del juego”.
Es fanático de la legendaria banda de punk rock de Rosario “Zona 84”, por eso porta ese número en su espalda y disfruta del arco como ninguno: “Al que le gusta ser arquero no lo cambia por nada”.
Desde los 6 años se pone los guantes, ahora en el futsal los deja a un costado pero siempre defendiendo su valla. El “Palomo” intenta no definirse en un estilo de arquero pero en su respuesta despeja la incógnita: “Mientras la pelota no entre, si hay que poner la cara o arriesgar el cuerpo no dudo en hacerlo”.
No obstante, se tomó un tiempo y destacó sus virtudes: “Trato de sacarle provecho a los reflejos y a la velocidad para atajar”.
Tiene como referentes al Mono Burgos, Juan Marcelo Ojeda y Cristina Campestrini, ellos también lo definen como arquero y, entre risas, deslizó: “Esos tienen mucho rock y una locura hermosa bajo los tres palos”. Rech, además, remarcó a los arquero de Federal como los mejores de Rosario.
El 84 de Banco sabe anotarse en la planilla con goles: en el duelo contra Horizonte, Rech fue la figura y convirtió un gol de “arco a arco”, “Si fuera por mí le pegaría cada vez que la agarro, pero mis compañeros y el DT me matan”, lanzó y soltó una carcajada.
Cada 12 de junio se celebra el día del puesto más ingrato dentro de una cancha. El puesto que le da a quién se hace cargo las mayores felicidades y tristezas en el mismo partido. El puesto fundamental que todo equipo necesita y Banco tiene en Leandro Rech a su arquero.
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