Banco Nación pasó por momentos difíciles en el futsal rosarino. Estuvo 10 años sin participar en torneos de la Asociación Rosarina de Fútbol (ARF), pero esta temporada, luego de un buen 2018, decidió encarar la actividad con un proyecto armado. Y, como todo lo que se hace con esfuerzo y dedicación, tuvo sus frutos.
En las primeras cinco fechas de la Primera B, Banco fue arrollador: ganó tres partidos (6-2 a Provincial B, 6-2 a Sirio B y 6-2 a Central Córdoba) y quedó libre en dos. Sin embargo, tuvo un tropezón en la 6ta (cayó por 5-4 ante Libertad). No obstante, se recuperó rápidamente y metió otras tres victorias al hilo (4-2 a Horizonte, 3-2 a Tiro Suizo y 5-1 a Echesortu B).
Pero otra merma en el rendimiento volvió a aparecer, ya que empató 2-2 con Sagrado Corazón, perdió por 4-3 frente a Unión Central y volvió a empatar 4-4 con Parque Field. Ese fue un momento clave, porque las cosas no salieron como las habían planeado y sabían que, en caso de no terminar bien la primera rueda, y no lograr buenos resultados en el comienzo de la segunda, el sueño del ascenso quedaría trunco.
Sin embargo, desde la fecha 13 a la 24 ganó 9 partidos (8-0 a USAR B, 3-0 a Provincial B, 2-1 a Sirio B, 3-2 a Central Córdoba, 9-2 a Libertad, 5-0 a Horizonte, 3-2 a Echesortu B, 6-1 a Sagrado Corazón y 5-1 a U.Central) y empató solo 1 (1-1 con Tiro Suizo, en la 21ª), quedando libre en dos jornadas. Fue una racha avasallante de un equipo que tuvo una segunda etapa de torneo excelente.
En resumen, el elenco de zona norte jugó 20 partidos (15 triunfos, 3 empates y 2 derrotas), cosechó 48 unidades, y marcó 88 goles y recibió 37. Lucas Ferreyra (llegó de Rosario Central como uno de los refuerzos) y Leandro Sardo, ambos con 15, fueron sus máximos artilleros en el campeonato.
Potterhead, sherlockiano y guardiolista ⚡🔎⚽