Este domingo se festeja el día del padre en todo el territorio argentino como en la mayoría de los países de América Latina e inclusive en Estados Unidos y Canadá. Desde Cuna del Futsal celebramos esta jornada contando historias de distintas figuras paternas de la ciudad que disfrutan tener hijos o hijas practicando este deporte. En este caso, Andrés y Maximiliano Camñoner, del Club Remeros Alberdi. Ambos son arqueros, el padre en primera división mientras que el hijo está dando sus primeros pasos en la última de las categorías de inferiores como lo es la décima. Además, Andrés tiene una hija, Fiona de 13 y Bastian que tiene 7 meses de vida.
Los dos custodian el arco de diferentes categorías de Remeros, de la más grande a la más chica. Andrés con un largo trayecto en el futsal rosarino es un apasionado por el deporte. Gracias a esa experiencia y años de disputar los torneos de la Asociación Rosarina de Fútbol, le transmitió esos sentimientos a Maxi, su hijo. Cuna del Futsal se acercó hasta el club costero para dialogar con Andrés como con Maximiliano, en la víspera del día del padre.
En el comienzo de la entrevista, Andrés, con orgullo asegura que es feliz de saber que ambos comparten la misma pasión por el futsal. Pero hay algo más que una misma pasión por el deporte. Reconocido su apodo en el club costero como “Chichi”, Andrés afirma con orgullo que su hijo haya elegido un puesto dentro de la cancha como él. Maxi es apenas un pequeño niño de 7 años que está transitando sus primeros momentos en el deporte competitivo del futsal rosarino. El menor, contento y emocionado, por tener una entrevista a esta corta altura de su vida, contó que le gusta muchísimo que su papá se sitúe en las tribunas mirando los partidos.
Andrés cuenta que cuando Maxi era más chico, se paraba detrás de los arcos para alentarlo, para darle un apoyo extra que se necesita un jugador, no hay mejor motivación que un hijo esté alentando por vos detrás del lugar de los hechos, justo detrás de los tres palos, “son cosas que no te olvidas nunca” asintió “Chichi” mientras que Maxi sonreía cuando su padre contaba esta anécdota a Cuna del Futsal.

El niño que está comenzando su recorrido en el deporte, aprende y se divierte en la 10ma de Remeros, “Le doy consejos para que vaya aprendiendo, pero por ahora mucha atención no me da” confirma Andrés, a pesar de que ya esté compitiendo por los puntos, lo primordial para el pequeño a esta altura de la vida es disfrutar y divertirse con sus compañeros. “Me gusta ser parte de un equipo” dice Maxi. Una frase que da esperanza al futuro de la sociedad, ese equipo son sus amigos, sus compañeros que tendrá a lo largo de su etapa de inferiores en el club costero.
Padre e hijo que comparten el puesto tendrán sus diálogos deportivos, sus charlas de “puesto”. Andrés, como se aclaró al comienzo, tiene una vasta trayectoria y debe tener muchas cosas para enseñarle al peque. “Trato de contarle y mostrarle lo que entrenamos nosotros para que el vaya mejorando partido a partido” pero lo importante es su diversión, aseguró “Chichi”. El arquero “padre” quiere que su hijo juegue y se divierta, a fin y a cabo, eso es lo que todo padre quiere para sus pequeños.
“Son chicos, el y sus amigos no tienen un puesto definido totalmente, el de arquero no es nada fácil eh, pero me encantaría que siga mis pasos” aseguró Andrés mientras Maxi se dispersó ante la llegada de uno de sus amigos en el buffet del club. Además del futsal y de ser arqueros, padre e hijo comparten otra pasión, los dos son hinchas de River Plate que hace poco vivieron juntos una de las mayores alegrías que puedan tener luego de coronarse campeón de la Copa Libertadores ante Boca en Madrid.
Andrés está en el Club Remeros Alberdi desde comienzos del 2018, cuando se sumó al equipo costero tras la llegada de Marcelo López a la institución. Desde que “Chichi” está en Remeros, logró quedarse en primera división tras obtener el Cuadrangular de Ascenso 2018, ganando dos de los tres partidos, Unión Central, Parquefield y Talleres habían sido los rivales. “Lo más lindo que vivimos juntos en Remeros fue cuando nos tocó quedarnos en primera, disfruté de festejarlo con él” afirmó el arquero. Entre risas también bromeó, “y también cuando River salió campeón de la Libertadores”

Maxi no sólo va a mirar a su padre jugar, sino el observa todos los partidos de Remeros. Cuando hay algún minuto técnico o en el entretiempo, el peque es de los primeros que busca la pelota y ya se pone debajo de los palos para que le pateen. A veces se enfrenta con chicos más grandes que él, pero no tiene miedo, pone sus manos como sea. Andrés asegura que pregunta todo lo que es referido al fútbol y al futsal, se interesa mucho por el deporte.

El sueño de todo padre es ver a su hijo crecer de la mejor manera y que tenga un lindo futuro. Además, Chichi afirmó que le encantaría que Maximiliano siga jugando al futsal con la misma pasión que tiene ahora.
Periodista. Trabajo en Radio Boing, Rosario Nuestro y en Cuna del Futsal.