Rosario no es sólo Cuna de la Bandera. Es cuna, también, de uno de los mejores futsal del país. El nivel deportivo sólo se encuentra un escalón por debajo de los tradicionales equipos de la capital nacional. La historia muestra a escuadras rosarinas como únicas representantes del ‘interior’ en la mesa de los campeones de Primera División AFA.
Que suceda esto se explica en dos aspectos fundamentales: la calidad y cantidad de jugadores que de aquí surgen; y el trabajo y dedicación de los que componen el futsal en las diferentes escalas. Entre ese cúmulo de personas, se encuentra ‘Mingo’.
Marcelo López, Mingo para quienes lo conocen, es parte activa del futsal rosarino. Desde hace más de 20 años se dedica a entrenar e intentar levantar el nivel, partido a partido, práctica a práctica, de sus dirigidos, y así continuar con el vertiginoso crecimiento de la disciplina. Antes, además, formó parte de importantes equipos como jugador. Todo comenzó a mediados de la década del 80.
1986 – 1995. Cuando no existía la liga de la ARF
Marcelo inició como jugador en 1986, en Newell’s, participando de la categoría cadetes del similar deporte, regido por la Arofusa. En el ‘92 pasó a Banco Provincial, que disputaba la segunda división. Lograron el ascenso y se despidió en 1995.
1995 – 1998. Arribo a Central y al futsal AFA
Rosario Central disputaba la Primera División de futsal de la Asociación del Fútbol Argentino. Su entrenador era Jorge Crozzoli, quien convocó a Mingo para sumarse al plantel Canalla a fines del ‘95. “Teníamos un gran equipo, pero entrenábamos sólo 2 días a la semana y los equipos de Buenos Aires nos sacaban ventaja”, comentó López sobre aquel plantel.
Durante esos años, el grupo alternó buenas y malas. Nunca pelearon abajo, pero tampoco se sumaron a la contienda por el título. “No nos fue ni tan bien ni tan mal. Ganábamos casi todos los partidos de local y nos costaba afuera”, explicó. En el ´96, Marcelo sufrió una rotura de ligamentos de su tobillo derecho, lo que ocasionó posteriores dolencias: “Pude volver después de eso pero sentía mucho dolor”, describió.
1999. Retiro y asunción al mando de Arroyito
En 1999, ante el alejamiento de Jorge Crozzoli, asumió la dirección técnica de Central Luis López, hermano de Marcelo. Este lo convenció de integrar el cuerpo técnico como ayudante y hacerse cargo, a su vez, de dirigir la reserva. “Yo quería seguir jugando algunos años más, pero se me presentó esa oportunidad y elegí ser técnico, algo que siempre me apasionó”, comentó Mingo.
Tras colgar los botines, López se sumó en 1999 al grupo de trabajo comandado por su hermano. Al mismo tiempo, fue entrenador de la tercera división. Ese primer torneo, con la reserva finalizaron subcampeones. Pero el andar del primer equipo fue distinto. Para finales de año, Central se encontraba entre las últimas posiciones y Luis López se alejó de la institución. Entonces, Marcelo asumió el cargo.
Estando al frente del grupo de primera, el nuevo entrenador y sus dirigidos debieron disputar un partido por mantener la categoría ante Racing de Avellaneda. Central salió airoso de ese cotejo y condenó a ‘la otra Academia’ al descenso. Así lo rememoró el D.T.: “Nosotros éramos un equipo jóven con un técnico como yo con poca experiencia. Encima el ambiente era terrible, cada vez que Racing hacía un gol entraba toda la gente a la cancha”. Central se impuso por 6 a 4 en Villa del Parque (Bs. As.) y permaneció en la máxima categoría, llamada en esos años División de Honor.

2000. Campeones en reserva y podio en primera
Luego de la salvación y la confirmación de ‘Mingo’ al mando del barco Canalla, Central realizó una gran temporada en el inicio del siglo XXI. Finalizó el campeonato del 2000 tercero, a pocos puntos de los dos primeros.
En reserva (también dirigida por Marcelo), el conjunto volvió a demostrar un gran nivel y recorrió el año consagrándose campeón del Apertura, y posteriormente campeón anual, al derrotar a Tigre, en la superfinal que reunió a los vencedores del año: Torneo Apertura (R. Central) y Clausura (Tigre). “En tercera se nos había escapado increíblemente el torneo el año anterior (´99). Y en esa final contra Tigre, en cancha de San Lorenzo, íbamos perdiendo 3 a 0 en el primer tiempo pero lo terminamos ganamos 6 a 3”, recordó.
2001. Primera parte. Lucha por los jugadores y alejamiento
En los albores del segundo año al frente de conjunto auriazul, Marcelo López decidió dar un paso al costado, por mostrarse en desacuerdo de un cobro exigido a los jugadores, que explicó de esta manera: “En ese momento los jugadores pagaban un ‘adicional’ por jugar. Yo luchaba para que, por lo menos, el deportista no pagase ese extra porque además teníamos los gastos del viaje. En una época en la que los equipos de Buenos Aires ya les daban dinero a sus planteles. Peleé para que me descontaran de mi sueldo el adicional de los jugadores, no pudo ser y me terminé alejando”. Se fue justo antes de empezar el campeonato, algo que más adelante reconocería como un error: “Fue una equivocación porque condené a Central a una mala campaña. Luego nos costó mucho recuperarnos”.
2001. Segunda parte. Lucha ganada y segundo ciclo en Central
Tras su alejamiento, el plantel no pudo hacerse fuerte y comenzó a pelear nuevamente en los puestos de retaguardia. En la parte final de la misma temporada, a pedido de Carlos Benítez, dirigente centralista en esos años, Mingo asumió nuevamente el cargo de entrenador. Gracias a él, los jugadores no tuvieron que pagar más el adicional. Pero para entonces, el equipo estaba casi condenado al descenso. “Cuando volví era muy difícil salvarlo, estábamos últimos. Faltaban 7 partidos y había que ganar los 7. Ganamos 6, empatamos el otro y no nos alcanzó”. De todas formas, el “proyecto era ascender al año siguiente”, detalló.
2002. Final por el ascenso y cierre de una etapa
Disputando la segunda categoría AFA, Central, comandado por Marcelo, apostó fuerte al retorno. Para eso debía quedarse con uno de los 3 ascensos. Los 2 primeros de la tabla subían directo, el tercero se definía por ‘playoff’. El Canalla finalizó en la tercera colocación y debió disputar el reducido por el último cupo. En dicha instancia, avanzó a la final ante Platense. “Las cosas que me pasaron el el futsal… En el partido de ida perdíamos 7 a 0 en el primer tiempo y ¡lo dimos vuelta! Después el encuentro terminó 9 a 9. En la vuelta, otra vez caíamos 3 a 0, lo empatamos y terminamos perdiendo 4 a 3”, recordó López. “Eso fue, para mí, como un mazazo en la cabeza. Habíamos trabajado mucho para lograr volver a primera. Fue un año perdido”, añadió.
Luego del frustrado retorno a la máxima categoría, Mingo decidió alejarse definitivamente de Central y, por unos años, del futsal.

2008 – 2009. Vuelta al ruedo: El Luchador
Con la organización del primer torneo de futsal de la Asociación Rosarina de Fútbol, en 2007, el entrenador se reincorporó al fútbol sala: “No dirigí después de mi salida de Central porque no existía la liga rosarina y nunca me gustó el fútbol de salón (NdR: se refiere al regido por la Arofusa)”.
Convencido por ex dirigidos de aquel equipo Canalla, el director técnico desembarcó en El Luchador en 2008. “El primer año jugamos la final del Torneo de Verano, que se realizó como se está haciendo nuevamente ahora. Allí caímos frente Americana. Después, en las dos temporadas en las que estuve, terminamos en los primeros 3 o 4 puestos”, narró de su paso por El Lucha.
2010 – 2012. Nuevos Horizontes
De barrio La República, el profesor se mudó hasta Suipacha 1363, para hacerse cargo de Horizonte, en 2010. “Llegué pasado mitad de año. El equipo no estaba bien pero logramos salvarnos del descenso”, desarrolló del primer torneo. En el Clausura del 2011 “perdimos el campeonato contra Regatas en la última fecha. Nos enfrentamos los dos que veníamos punteros y el que ganaba salía campeón”, contó Mingo. A comienzos del año siguiente, se alejó de la institución.
2011 – 2019. Selección rosarina
En 2011 se reunió un primer grupo con la idea de formar un seleccionado local, que terminaría por conformarse en 2013. Convocado por Carlos Benítez, Marcelo enfiló para ser el seleccionador. Durante 8 años, López y su grupo de trabajo edificaron las bases del combinado rosarino, coronando el proceso con la obtención del primer Torneo Provincial de Selecciones, en 2019. De su paso por la selección rosarina, comentó: “Estoy muy agradecido de haber sido elegido para ese cargo. Pasamos años espectaculares con un equipo de jugadores y ayudantes maravilloso”.

2013 – 2015. Talleres y la reestructuración
A mediados del año ’13, el entrenador trasladó su experiencia hasta Villa Gobernador Gálvez: “Cuando llegamos, hacía 3 años que Talleres no ganaba un partido en primera”, desglosó el D.T. Por esa razón, el conjunto de la localidad aledaña barajaba la posibilidad de desafiliarse de la liga. López arribó a un club que sólo contaba con primera y tercera división. Rápidamente se “encariñó” y emprendió un proceso que finalizó con la organización de casi toda la tira de inferiores. Los años en los que estuvo, el equipo se mantuvo siempre de mitad de tabla hacia arriba. En 2015, por una oferta de un ex equipo, se alejó de la T.
2016. Tercer ciclo en Central
En 2016 y con la ilusión de pelear por el campeonato, el experimentado entrenador regresó al club que lo vio surgir como D.T. Esta vez, sería en el campeonato de la A.R.F. “Comenzamos con mucha ilusión”, recordó de su llegada. En el Apertura de ese año, la escuadra de Arroyito terminó entre los primeros 6 puestos en la temporada regular y se clasificó a los ‘playoff’. Pero, en el medio, se presentó la gran ilusión del Torneo Nacional, que se disputó en Rosario. En la fase de grupos del T.N., el Canalla quedó por debajo del Barracas Central (Bs. As.) y no pudo avanzar a la siguiente ronda. “Tuvimos un buen desempeño, pero me hubiese gustado avanzar más en ese certamen”, se sinceró Marcelo.
Nuevamente en la liga local, durante la fase final de la misma, Central quedó en el camino en el cruce mano a mano frente Horizonte, ex club del entrenador. Para el director técnico eso fue un “dolor importante, porque quedamos afuera de local y con toda la expectativa que traíamos”.
Para el Clausura ‘16, los dirigidos por López volvieron a estar lejos de campeonar y esto fue, para el entrenador, uno de los peores recuerdos de su carrera: “Sacando el Nacional y la posibilidad de dirigir a grandes jugadores, ese fue mi peor año como técnico”, sentenció. Concluida la temporada, Marcelo se alejó de la conducción técnica auriazul.

2018 – presente. Remeros
Durante 2017, Marcelo se dedicó a finalizar sus estudios como Técnico Nacional de Futsal. Volvió a dirigir al año siguiente, esta vez, en Remeros.
A la costa, el entrenador llegó para tomar el mando de un equipo que había “descendido”, técnicamente, en 2017. Por disposición de la Asociación, el campeonato de primera “A” incrementó su número de participantes en 2018. Pasó de contar con 14 elencos, a 16 (como hay actualmente). Por esto, Remeros, que había salido último en primera en 2017, junto a 3 equipos de la “B”, disputaron a principio de año un cuadrangular, que definió el arribo a la máxima categoría de dos instituciones. Los dirigidos por López ganaron esa mini competencia y permanecieron en la cúpula divisional.
Tras un primer año de fructífero trabajo, en el 2019 Remeros alcanzó su mejor performance histórica en el torneo local. Finalizó en la cuarta ubicación de primera división. Además, disputó 2 fases de Copa Argentina. “Se cumplió el objetivo”, aseguró Mingo.
“Soy un agradecido de lo que me dio el futsal. No hay nada para reprochar. Espero seguir unos cuantos años más sentado en el banco como entrenador, y el día que no esté más en el banco, continuar dentro del deporte como coordinador o cualquier función cerca del futsal, porque todavía tengo cosas para aportar, también, afuera de la cancha”. Redondeó, Marcelo ‘Mingo’ López.
En resumen:
- Como jugador:
- Newell’s (Arofusa)
- Banco Provincial (Arofusa)
- Central (AFA)
- Como entrenador:
- Central (AFA)
- El Luchador
- Horizonte
- Talleres
- Central
- Remeros
- Selección Rosarina
Larga vida al rock.