El futsal de la Asociación Rosarina de Fútbol sigue creciendo a pasos agigantados y tendrá un nuevo club en sus competencias. Luego de varios años de esfuerzo, Maristas hizo posible el sueño de cientos de alumnos y estará presente en la Segunda División con un proyecto más que interesante.
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La institución educativa ubicada en calle Oroño al 770 incursionará en el futsal de la ARF por primera vez en sus 95 años de historia. “A nivel futsal solo participamos en torneos interescolares, como la experiencia fue muy buena pudimos cristalizarlo con esto”, cuenta Marcelo Nardone, coordinador de la disciplina.
El proyecto comenzó en el año 2017, cuando a un grupo de alumnos se les ocurrió la idea de tener su propio club de futsal dentro del colegio. Sin embargo, las intenciones venían desde mucho antes: “A mi me contactaron a comienzos del 2018 y más o menos en septiembre nos pusimos a diagramar todo, pero 8 años atrás me habían hablado para darle a los profesores de la escuela un curso de futsal, ahí fue donde entablamos relaciones”, comenta el ex coordinador de Sirio.
El plantel, más que preparado para el desafío
En cuestión de meses, Maristas sumó una gran cantidad de chicos e hizo la pretemporada con un promedio de 44 jugadores durante un mes y medio de trabajo. Para Nardone, mucho tuvo que ver el “sentido de pertenencia muy fuerte hacia la institución”. “Lo positivo de este proyecto es que está la materia prima dentro de la escuela. Por lo tanto, no tenemos que salir a buscar jugadores, se acercan solos”, agregó.
A semanas de comenzar el torneo del ascenso, Maristas ya conformó su primera división, e incluso existe la posibilidad de tener una línea “B”. En inferiores, la cuarta división también está lista para competir, y ya comenzó la convocatoria para armar el resto de las categorías juveniles. En un futuro no muy lejano, las mujeres y los veteranos tendrán su lugar.
La cancha, en óptimas condiciones
El proyecto deportivo del colegio también incluye contar con instalaciones de buen nivel. Por eso, ha construido una nueva cancha, con medidas reglamentarias de 39×19. Además, tiene otra de 30×18 que permitirá albergar a todas las categorías a la hora de entrenar y disputar partidos.
El objetivo principal en este primer año será “hacer bien sólida la disciplina”, según Nardone, y sumar experiencia para alcanzar el máximo de su potencial. Jugadores no van a faltar, sentido de pertenencia tampoco. Por lo tanto, se espera que cada partido de Maristas sea una fiesta y atraiga más chicos y chicas a practicar un deporte que está en alza.
Periodista, 25 años. Productor en Radio 2.