Piensa, mira a su alrededor y luego ejecuta… Tanto dentro como fuera de la cancha, Pedro Sabariz se toma unos segundos para tomar la decisión más acertada, o en este caso dar la mejor respuesta posible frente al grabador. El joven de 20 años es un jugador criado en Central Córdoba, el club de su barrio. En su momento debió abandonarlo por desastrosas decisiones dirigenciales que lo mandaron a la ruina. Ya de más grande, con la institución en recuperación, decidió regresar: “Cuando cerró el club y vi cómo echaban a todos los deportes fue feo, ver que cada uno iba para su lado y se perdían las amistades fue algo que me chocó. Por suerte con la nueva dirigencia volvió a abrir”, comenta con una sonrisa.
En lo que respecta al futsal, el charrúa no pasa por su mejor momento en el ascenso de la ARF. Aún no pudo conocer la victoria en lo que va del certamen a pesar de contar con un plantel equilibrado entre juventud y experiencia. “Tenemos que cambiar la cabeza, seguir entrenando y entrar a los partidos enfocados de otra manera”, afirma con el mismo convencimiento que tiene a la hora de darle un pase a algún compañero.
Pese a su corta edad se ha transformado en uno de los jugadores más utilizados por su entrenador, Facundo Berardo, para intentar salir de la mala racha. En un mano a mano con Cuna del Futsal, Sabariz no solo recordó cómo Central Córdoba salió de la ruina, sino que también analizó qué le falta al equipo y destacó el crecimiento de la disciplina en la institución con el paso del tiempo.
En lo personal este club es como tu casa, lo viste cerrar y cómo los echaron a todos, ¿qué significa para vos verlo en pleno crecimiento desde hace unos años?
Desde chico siempre vine acá al club, es el club de mi barrio. Cuando cerró y vi cómo echaban a todos los deportes fue feo, porque es un lugar donde todos nos conocíamos muy bien. Ver que cada uno iba para su lado y se perdían las amistades fue algo que me chocó. Por suerte con la nueva dirigencia que había entrado anteriormente volvió a abrir, resurgió y ahora el futsal está en un escalón bastante alto dentro de la institución.
La temporada había comenzado con mucha ilusión para ustedes, pero los resultados hasta el momento no han sido los esperados, ¿cómo se sale de este momento adverso?
Nunca es fácil salir de estos momentos. Pasa por un tema de la cabeza, no es que nos falta juego sino que perdemos los partidos porque mentalmente no estamos totalmente convencidos de que tenemos las herramientas para lograr las victorias. Tenemos que cambiar la cabeza, seguir entrenando y entrar a los partidos enfocados de otra manera, convencidos de que cuando hacemos nuestro juego podemos lograr la victoria.
Desde los técnico y lo táctico, ¿qué tendrían que ajustar para obtener más puntos de los que tienen?
Tenemos que afinar la definición. Estamos trabajando bien lo defensivo, sobre todo cuando jugamos de visitante, ya que cuando jugamos de local intentamos presionar más. Contamos con muchas chances por partido pero erramos goles que quizás los rivales no fallan.
Dentro del plantel hay varios jugadores de experiencia como para salir de este momento, ¿qué crees que pueden aportar a los más chicos como vos?
El conocimiento, más que nada. Compañeros como Ignacio Aguiló, entre otros, tienen varios años dentro del deporte e intentan transmitirte mucha tranquilidad a la hora de entrenar y durante los partidos. Eso sirve para entrar más tranquilo a la cancha, con más confianza en vos mismo.
Y a su vez, ¿qué pueden aportar ustedes, los más pibes, a los de más experiencia?
Nosotros buscamos darle un apoyo más físico, cuando el partido está medio trabado o con un ritmo más alto intentamos contrarrestarlo con nuestra dinámica.Tratamos de ser lo más intensos posibles en nuestro juego.
El año pasado el club armó las inferiores en tiempo récord, ¿qué importancia tuvo esto?
Para el club es algo muy bueno, son muchos chicos nuevos que se hacen socios y que le dan vida. Hacen que haya movimiento constante en Central Córdoba, con la cancha siempre llena de pibes jugando. Además hace que haya camadas nuevas que estaban faltando, siempre veías gente muy grande y pocos jóvenes.
A su vez, vos fuiste uno de los primeros entrenadores en las categorías menores, ¿qué rescatas de la experiencia?
Fue una experiencia muy linda, este año por temas de horarios no pude seguir. No me lo esperaba, un día el técnico de primera me habló para que sea el DT de la 5ta y sin dudarlo dije que sí. Aprendí un montón, cómo tratar a los chicos y a su vez cómo explicarles lo que sé a ellos. Es algo que en un futuro me gustaría volver a hacer.
En lo personal, ¿cómo te definirías como jugador?
Me considero un jugador bastante táctico y técnico. No tengo tanta potencia y habilidad para el uno contra uno pero sí veo los espacios dentro de la cancha, trato de estar siempre bien posicionado, sacar diferencia en los mínimos detalles.
Las personas que te conocen comentan que sos una persona que mira mucho futsal, ¿qué ligas seguís más?
Sigo mucho el deporte para mejorar y conocer más de futsal. Miro la liga española y también sigo la liga argentina, tanto la Primera División como los partidos de Newell’s en la Primera C.
¿Qué buscas tomar de ellas para incorporar en tu juego?
El no quedarme parado, recibir siempre en movimiento, tocar y pasar constantemente. Son cosas que veo e intento incorporar en mi juego. Con algunos compañeros vimos varias jugadas en córners y laterales que intentamos aplicar y más de una vez salen bien.
¿Qué es lo mejor que tiene Central Córdoba?
Somos un grupo de gente joven que está buscando que el futsal crezca y que el club también siga por ese camino. Somos la disciplina con más socios activos abocados al práctica del deporte, pero tenemos que trabajar para poder, algún día, dar el salto a la Primera División y que la institución vuelva donde merece estar, en boca de todos.
Periodista, 27 años. Productor en Radio 2.