Rowing lidera en soledad en la tabla de posiciones. Pero para eso, tuvo que superar ni más ni menos que a Regatas, su clásico rival. El partido terminó 6 a 2 a favor de los de Canavecio, pero el encuentro tuvo todos los condimentos que hacen de estos, los partidos más lindos de Rosario.
A sabiendas de que Jockey ya había hecho lo propio frente a Sirio, el conjunto local estaba obligado a quedarse con los tres puntos. Por el otro lado, los de Arroyito no querían perder pisada a los de arriba, y obviamente, no dejar que su rival se convierta nuevamente en el único puntero del campeonato.
Ante una gran cantidad de público (cerca de 300 personas se acercaron a ver el espectáculo), el que golpeó primero en un partido que era parejo fue el local. Ignacio Chantiri encontró un rebote que quedó luego de que él mismo rematara, y no tuvo más que empujarla para concretar el uno a cero.
Como era de esperarse por la clase de rivales que se enfrentaban, el partido era muy parejo y disputado. Justamente ante esta paridad fue que Regatas llegó al empate, luego de que Luciano Badosa quede mano a mano frente al arquero y defina con calidad.
Lejos de plancharse, el encuentro fue ganando en emoción y enjundia. Promediando la primera parte, un córner a favor de Rowing detonó un nuevo gol. La jugaron rápido al medio del área, con tanta mala fortuna para la visita que el balón rebotó en Esteban Pérez y se le metió en su propia valla. Así, las cosas 2 a 1 para el local.
Sin embargo, los dirigidos por Damián Faicht, y tan solo minutos después, le pagaron con la misma medicina. Un lateral en mitad de cancha agarró desprevenida a la defensa verde, y luego de que la pelota cruzase el área entera, apareció Albano Martín en soledad para poner las cosas en tabla nuevamente.

Con cinco faltas por lado, y empatados en dos en el resultado, ambos equipos se fueron al descanso para refrescar ideas y planificar el complemento, que sería plagado de emociones.
Pocos minutos transcurrían de la segunda etapa cuando Tomás Bazán desbordó por la derecha y fue derribado por Daniel Puntorillo antes de que ingrese al área. El árbitro consideró que fue juego brusco y decidió expulsar al 2 de Regatas.
Rowing rápidamente hizo valer ese hombre de más, y tan solo segundos después de que la visita se quedara con uno menos, consiguió la ventaja en el marcador. Juan Acosta, gran protagonista de la noche, remató cruzado, dejando obsoleta la estirada del arquero que volaba para evitar el tanto.
A partir de estar por delante en el resultado, se vio la mejor imagen del líder del torneo. A base de juego colectivo y solidez defensiva, fue creciendo en el rendimiento, y luego lo pudo traducir en el resultado, cuando quedaban más de medio tiempo para que finalice el encuentro.
La cuarta emoción para el local llegó luego de que Marco Petronio rematara al arco, y la pelota se desvíe en Baldomero Serra un segundo antes de que ingrese. Así, el partido se ponía 4 a 2 para Rowing y los de Arroyito comenzaron a apelar al Arquero-Jugador.
Buscando con superioridad numérica, Regatas comenzó a meter al verde cada vez más cerca de su arco, pero carecía de profundidad. Con la portería desprotegida, Juan Acosta robó un balón en la mitad de cancha y disparó automáticamente hacia la valla contraria. La pelota entró, y todo Rowing festejó.
Solamente minutos después comenzó la hecatombe, la debacle total. Una seguidilla de hechos bochornosos que involucraron a jugadores, árbitros, suplentes y cuerpos técnicos. Terminado el tumulto, vieron la roja Juan Acosta e Ignacio Chantiri por el lado local, mientras que Walter Buhler tuvo que dejar el 40×20 por el lado de Regatas.
La particularidad de las expulsiones fue que todos los jugadores que vieron la roja, estaban dentro de la cancha en ese momento. A la hora de reanudar el encuentro, Rowing solamente tenía dos jugadores de campo y el arquero, mientras que Regatas seguía intentando en superioridad numérica y atacaba con sus cuatro players.
Sin embargo, y a pesar de tener dos jugadores de más en ataque, la visita no pudo entrar. Solamente unos remates desde media distancia de Esteban Pérez llevaron peligro al arco de Rowing, que defendía férreamente y hacia transcurrir el tiempo cuando se lo permitían.

Así fue que pasaron los dos minutos y no hubo emociones, por lo que volvieron a tener los dos equipos todos sus jugadores en cancha sin haber modificaciones en el resultado. Sin embargo, en igualdad numérica, llegó la última emoción del partido.
Fernando Piotto, que recién había ingresado, aprovechó un pelotazo largo que cayó en el área de Regatas y puso cifras definitivas. El 6 a 2 para el local llegó segundos antes de que terminara el encuentro y no hubo tiempo para más.
De esta manera, Rowing consiguió los tres puntos frente a su eterno rival, y de yapa, sigue siendo el líder absoluto de la Primera División del futsal rosarino.
Radio Boing. Cuna del Futsal