En un marco excepcional y en el que todo el mundo querría jugar, o en su defecto estar presente, los dirigidos por Nuno Días, que llegaban de vencer 5-3 al último campeón Movistar Inter, y Kaká, derrotaron 5-2 al Barcelona en semis, se enfrentaban para ver quién conseguiría la gloria. Más de 12 mil personas dijeron presente en el Almaty Arena para vivir lo que sería un atractivo para todo hincha y asistir en una de las definiciones que muestran el trabajo de globalización que se está realizando en la disciplina, ya que el último bicampeón y el actual campeón de la fase regular de la mejor liga del mundo, la LNFS de España, cayeron en la instancia anterior. El equipo local buscaba su tercer campeonato, mientras que los lusos tendrían la oportunidad de romper con la mala racha que traían tras tres decisivos perdidos, las dos últimas finales en 2017 y en la última edición, 2018. Todo indicaba que sería una gran fiesta del futsal.
Muchas ocasiones se generarían en la primer parte, haciendo que ambos porteros, Leo Higuita y Guitta, se convirtieran en los responsables de que el encuentro no tuviera goles. Las llegadas a los arcos eran precisas, pero las respuestas de los defensores de las mismas aún mejores. Al descanso llegarían 0-0 y el público se mantenía en la expectativa de un duelo que se tornaba interesante.
Ya en el complemento, Sporting Lisboa se adueñó de la posesión y en base a un esfuerzo muy grande, logró quebrar el cero. Cavinato culminó una buena jugada que tuvo participación de los cinco jugadores en cancha para poner la ventaja parcial. Con la tranquilidad que te da estar arriba en el marcador, fue consiguiendo hacer entrar en la desesperación a su rival y en una situación inesperada, Merlim puso el 2-0 que silenció todo el Almaty Arena. Con un puntazo que dejó boquiabierto a Higuita, logró una diferencia que daría confianza y motivación de cara a los últimos minutos.
Con un resultado negativo y el reloj que corría, las variantes se iban agotando. Apostaron por el arquero-jugador con Leo Higuita y Tayebi y las chances de achicar las distancias aparecían. Douglas remató tras un robo en el sector de peligro para el arco defendido por Guitta, y marcó el descuento con el que levantaría a los presentes. Sin embargo, restaban dos minutos para el final y nada pudieron hacer, salvo alguna jugada aislada que defendería de manera correcta el conjunto de Nuno Días.
El Sporting de Lisboa se coronó por primera vez en su historia como campeón de la UEFA Futsal Champions League, luego de caer en 2011 frente al Montesilvano, y en 2017 y 2018 ante Movistar Inter. Obtuvo el trofeo deseado por tanto tiempo y querido por todos los clubes, y saca a relucir el crecimiento del país, ya que también domina Europa a nivel de selecciones siendo el último ganador de la Eurocopa. Quebró una racha de años de irse con las manos vacías y volverá a sus tierras a puro grito y festejo.
Periodista especializado en futsal.