En las últimas horas se dio a conocer la noticia de que el club Primero de Mayo tendrá entre sus filas del futsal femenino a la primera chica trans en competir en la categoría. A la vez, María Madre participó de un concurso lanzado por la Fundación River, donde el premio de un millón de pesos ayudaría a la institución de zona sur a paliar los problemas económicos que padecen día a día.
Es sabido que, sobre todo en los barrios, los clubes hacen las veces de “segunda casa” para muchos jóvenes que no encuentran la contención necesaria en otro lugar. La función social ocupa la primera plana día a día en las instituciones que todas las semanas trabajan bajo el lema “Un pibe más en el club, un chico menos en la calle”.
Por eso, que tengan infraestructuras adecuadas, es de suma urgencia para cumplir con los cometidos que nada tienen que ver, al menos directamente, con lo deportivo. La lucha contra la marginalidad, la discriminación, la desigualdad y los prejuicios tiene que nacer de cada uno de los que forman parte del deporte, y de esta manera será una batalla que se podrá ganar.
Pero quizás hasta haciendo un esfuerzo mancomunado entre todos los actores del deporte no alcance. Es necesario, y hasta en algún punto obligatorio, que el Estado aporte su granito de arena, por más pequeño que sea. Es por eso, que Cuna del Futsal dialogó con Adrián Ghiglione, Sub-secretario de Recreación y Deporte de la Municipalidad de Rosario.
Ante esta problemática, el funcionario expresó: “El deporte es un eje transversal de la sociedad. Garantiza la seguridad, la inclusión social, la participación ciudadana. Es un agente de salud, es un espacio educativo y es el único lugar donde los niños y adolescentes reciben las normas de una forma amigable”.
Pero el problema fundamental surge a la hora de hacer números. Con la creciente crisis económica que está viviendo el país, y a la cual la ciudad no es ajena, los clubes de barrio son los primeros en tener que hacer malabares para poder brindar esa función social que es tan importante para los chicos de cada zona.
Ante esto, Ghiglione dio a conocer las soluciones que se proponen desde el Gobierno Municipal: “Se los ayuda económicamente para grandes obras que mejoren su infraestructura y que le sumen más socios. Con subsidios de las tarifas en los servicios y con capacitación a sus dirigentes para que tengan más herramientas en sus gestiones”.
Sumado a eso, y consultado sobre los problemas edilicios que tienen muchos de los clubes, el Sub-secretario de Recreación y Deporte agregó: “Se proponen políticas de estado como el Plan Abre, que destinan un presupuesto importante para que se mejore los clubes de barrio”.
La droga, la delincuencia, las difíciles condiciones de vida son moneda corriente en aquellos barrios que más castigados son por la desidia de los gobernantes y por las diferentes crisis económicas. Las faltas de oportunidades y la marginación empeoran la situación y la salida de esa vida se ve cada vez más lejana. En estos casos, las instituciones de los barrios periféricos brindan un lugar de contención y de inclusión que no se da en ningún otro lado.
“La inseguridad y la tecnología han logrado que nuestro niños/as se queden más tiempo dentro del hogar. Es tarea del Estado mostrar que el deporte es la mejor forma de disfrutar nuestro tiempo libre y que los clubes son espacio de contención y de formación de buenos ciudadanos”, aclaró Ghiglione.

Justamente fue la inseguridad la que obligó a suspender una fecha de todas sus disciplinas a la Asociación Rosarina del Fútbol. El caso de Benjamín Biñale, lamentablemente, fue solamente uno de tantos otros que ocurren a diario.
La inseguridad, al igual que las diferentes adicciones, son algunas de las cosas con que las instituciones barriales deben convivir constantemente, y que necesitan de la ayuda de un Estado presente que le brinde algunas soluciones.
Es por eso, que Adrián Ghiglione expresó: “Hay que coordinar entre los clubes y el estado, no solo la tarea del Ministerio de Seguridad con horarios y lugares donde los chicos practican deportes, sino también el desarrollo urbanístico de la ciudad a partir de los clubes mejorando la iluminación y el acceso de los mismos”.
Es menester que entre todos podamos conseguir dar batalla a la desigualdad que viven muchos de los jóvenes que habitan en nuestra ciudad. Darle la espalda al problema y cerrar los ojos para no ver la realidad, solo ayuda a que la marginalidad y la discriminación se normalicen, cuando tendría que ser todo lo contrario.
Radio Boing. Cuna del Futsal