Hace 20 años cualquier jugador que pasó por el Argentino Sirio conoce a Ezequiel “Mago” López el entrenador que está a cargo de la primera división del club. Hace más de 20 años, el DT entró a la sede de calle Italia 965 y a partir de allí comenzaría lo que él mismo define como un amor.
López arrancó su carrera como técnico desde los 17 años en Newell’s Old Boys, club donde también jugó al futsal en AFA, luego en el 2000 decidió pasar a Sirio, donde mientras dirigía jugaba en primera, y nunca más se fue. Además logró consagrarse en la zona B del torneo 2007. “Sirio es mi casa, no tengo sangre de herencia, pero mi señora me enseñó a amar este club, aprendí a quererlo y lo amo”, comentó Ezequiel en diálogo con Cuna del Futsal.
Desde que llegó al club dirigió todas las categorías disponibles, antes había comenzado la carrera de docente de educación física, su otra pasión. “Amo el deporte, el fútbol y el futsal es mi pasión, ya estando en la secundaria ya quería ser docente”, aseguró el técnico de 38 años.
Cuando llegó, la institución vivía un momento “único” ya que mientras la crisis institucional y económica del 2001 golpeaba al país, en contrapunto, Sirio “explotaba”: “Los chicos venían y nos elegían, así el club creció” en el principio de siglo.
En este contexto, y con el arraigo al club en sus primeros pasos, fueron los primeros años forjando el futuro de los jugadores sirios. Sin embargo, 20 años después “es notable la diferencia, hoy el futsal tienen un nombre”, reconoció Ezequiel y señaló que el deporte fue reforzando el nombre “antes la gente no nos conocía”.
Con el paso del tiempo, y el terreno ganado del futsal, también se fue elevando el nivel, tanto adentro como afuera de la cancha. Así lo marcó el Mago López: “Los entrenadores hoy en día son el 90% docentes, están capacitados, se forman, los torneos de inferiores son mucho más competitivos que antes, mejoró notablemente”.
En cuanto al deporte también apunto a la velocidad del juego y las dimensiones de la cancha, entre otras. “Vamos mejorando con las herramientas que presenta Rosario, sean virtudes y debilidades, pero el crecimiento es muchísimo”
Allí hizo hincapié en la formación y destacó que además de ser entrenador de futsal, la mayoría tiene una formación en la docencia, “es un valor agregado”, rescató. Entre los entrenadores de su misma camada nombró a Mariano Daniele, David García, Sebastián Rico y Germán Testoni, entre otros.

En sus comienzos en la calle Italia se encontró con dos grandes mentones, Marcelo y Hugo Nardone. “Ellos me ayudaron mucho a quererlo al club, me enseñaron a formar una familia, tengo compañeros que los sigo manteniendo como Mariano Daniele y Gastón Haurat, formamos una familia”, explicó y sostuvo que fue esa una de los puntales para desarrollar una carrera dentro del Argentino Sirio: “Aprendimos a amarlo y es por eso que al día de hoy tenemos chicos que han estado en el club y están desde los 4 años hasta primera. Los que pasan quieren volver, están ligados, hay algo muy lindo”.
En este sentido fue muy claro: “No es un club común y corriente, no tiene pileta, es un edificio con canchas y sin embargo pasan cosas que los vínculos humanos quedan a flor de piel”. Ezequiel logró amistades tan fuertes como la de Mariano Daniele, hoy padrino de uno de sus hijos y Brian Prida.
Desde el banco
Con más de 20 años al mando desde la dirección técnica, el Ezequiel eligió tres momentos de su profesión. Con distintos contextos y realidades, el entrenador resaltó su primer equipo de 8va, que coincidió con la inauguración de la categoría en los campeonatos de la ARF, también destacó un equipo de 5ta división el cual pudo revertir una larga racha negativa y por último subrayó el 2019 que vivió con el equipo de primera en Sirio, donde apremiados por la lucha del descenso vieron momentos que significarán mucho en la vida del Mago.
Al momento de recordarlos comenzó sin dudas por el equipo de infantiles de 8va. “Llegamos a tener 30 jugadores y muchos llegaron a primera, están en Buenos Aires o emigraron al fútbol de campo profesional”. Para López fue una experiencia “única” y lo que compartió con esos chicos quedará en la memoria, tanto de él, como la de sus jugadores.
Luego siguió con ese equipo de 5ta división, comenzaron la temporada, rememoró Ezequiel, perdiendo 9 partidos. “El aprendizaje fue muy hermoso, tanto para los chicos como para mí, y después empezamos a ganar”, expresó el DT.
Pero, sin dudas, para Ezequiel el mejor año como entrenador fue el 2019 con el equipo de primera división. Para el grupo fue vivieron muy tensos la pelea por la permanencia y el técnico destacó el grupo humo: “Fue algo fundamental para salir de ahí, no bajaron los brazos y dejaron todo por el club”. Los problemas internos fueron sorteados y hoy el grupo sigue entrenado “como si no pasó nada”.
“Fue algo muy bueno, y cerramos con el broche de oro con el viaje a España”, señaló y mencionó la gira española del club Argentino Sirio donde pudo enfrentar a ElPozo Murcia y compartir el viaje con Diego Giustozzi.

Luego de recordar estos tres momentos eligió los mejores jugadores que la profesión de enseñar futsal. En una elección difícil, eligió a cuatro juveniles de Sirio: Agustín del Rey, Maxi Scaglia, Dusan Matkovich y Tomás Soldano. Sin embargo, no se olvidó de un jugador importante en su carrera: “El jugador que tengo una amistad de oro, aunque sea un burro pero siempre fiel, es Guillermo Dora”.
Allí paró, manifestó lo que busca en un jugador para armar un plantel y simplificó: “Que sea buena persona”.
“Siempre que me ofrecen algún jugador pregunto si es buena persona, renegar con actitudes feas no tiene sentido”, reveló e hizo hincapié en la importancia de esa característica en un deporte amateur como el futsal. “Tiene que ser buena persona, sacrificado y que se adapte al grupo, primero lo humano. Si esto fuera por plata hablamos de otra cosa, por eso primero que venga a sumar”.

Y en cuanto a lo deportivo, bregó por la rebeldía de los jugadores. “Que haga lo que sienta”, lanzó y aclaró: “Si todos hacen lo que yo digo es como jugar a la Play Station, mi trabajo es darle herramienta en los entrenamientos para que se rebelen”.
Todos los años, en diciembre y enero el teléfono de Ezequiel López suena. Propuestas llegan pero la comodidad de estar en el club que quiere estar siempre gana. “Quiero mucho a Sirio, me gusta el grupo de trabajo y los jugadores, la pasamos bien… y cuando uno hace lo que le gusta en lugares donde está cómodo es más fácil”.
Más de 20 años con entrenamientos semanales y fines de semana ocupado con la de medio pique sólo se explican con el apoyo de la familia, una que acompañó la carrera de Ezequiel e hijos que siguen sus pasos. “Eso es fundamental”, remató el entrenador y agregó que la subcomisión de padres y los dirigentes apoyan el trabajo del futsal de Sirio.
El trabajo más difícil
Ezequiel López es entrenador de futsal y profesor de Educación Física, pero sin lugar a dudas la profesión más difícil que le toca enfrentar es ser padre. “Puedo entrenar mal pero me pueden salvar los jugadores o el cuerpo técnico, si sos docente y los chicos no entendieron algo pueden leer los apuntes o buscar en internet, sin embargo si sos padre y le pifiaste de raíces no hace falta aclarar qué pasa”.
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