En honor al “Día del Padre” Cuna del Futsal hace un reconocimiento a Marcelo Álvarez, jugador del club Libertad, de 48 años de edad. Este deporte se caracteriza por ser una pasión que se trasmite de padre a hijos. En una charla muy especial, Martín y Nicolás, hijos de Marcelo contaron que se siente poder vivir y compartir esta actividad con su papá.
¿Qué se siente compartir este deporte con su papá?
Nicolás: Para mí es algo lindo, siempre que podemos vemos los partidos juntos y hablamos del deporte; si bien ya somos muy unidos, siempre hablar, mientras tomás mates, hace que estemos siempre hablando constantemente e intercambiando ideas.
Martin: Tener la misma pasión por el fútbol y jugar el mismo deporte es algo muy lindo porque compartimos en familia haciendo lo que más nos gusta.
Nicolás, el menor de sus varones cuenta que arrancó a jugar al fúbol de cancha 7 a los 3 años, pero al mismo tiempo Marcelo empezó a jugar al futsal en categoría Veteranos en Arofusa, luego de casi un año de acompañarlo a los partidos se enamoró del deporte, dejó el fútbol y a los 9 años empezó a jugar, actualmente con 16 años es arquero en el club donde juega su papá.
Martín, el mayor, declaró que “el ser compañero, buena persona y el esforzarse para mejorar” son valores que tanto su padre como este deporte comparten y promueven. A los 15 años se fue a probar al club donde Marcelo jugaba en Arofusa y se enamoró de este deporte. Ambos comparten posición, pueden jugar de ala y de poste, agregó que siempre que juegan en contra no importa ser padre e hijo, vamos con todo.
Por cuestiones laborales es difícil que se puedan ir a ver a todos los partidos, “cuando se puede si, pero por los horarios de los partidos muchas veces no podemos” expresó Martín. Nicolás resalta la la voluntad de su papá apoyándolo “siempre que él puede me va a ver, y está ahí apoyándome”
¿Qué valores del futsal reconocen en su papá?
N: El respeto, sobre todo, la constancia, la perseverancia sobre todas las cosas, no bajar los brazos nunca.
M: El ser compañero, buena persona y el esforzarse para mejorar.
Un deporte donde la experiencia y el compañerismo refuerzan los lazos familiares, Marcelo reconoce que “poder compartir una pasión como el futsal con mis hijos es algo único, es nuestro momento” además agregó que los valores que le inculcó desde chicos son los mismos que tienen que tener tanto en la vida como en el deporte, la responsabilidad, honestidad, respeto y humildad. Entre risas mencionó que no recuerda una anécdota en particular, pero puede ser que en alguna práctica haya algún que otro insulto para con sus hijos.
“Siempre fuimos una familia unida, siempre tuvimos tema de conversación, pero el futsal fortaleció los vínculos, nos hizo mas compañeros y hoy nos vemos los tres disfrutando la misma pasión” concluyeron.
Periodista y futura Economista.
Entrenadora de Voley.