En el barrio La República se encuentran dos clubes que se unen con el propósito de potenciar las calles donde se respira lucha. Federal y El Luchador son dos instituciones que buscan generar pertenencia entre los vecinos y crear lazos para mejorar uno de los primeros barrios de la zona oeste. En este marco la pandemia del Covid-19 no quedó exenta del trabajo social de los clubes.
En un extenso comunicado expuesto por ambas instituciones, y firmado por los dos presidentes, manifestaron la intención de abordar esta problemática del coronavirus que no entiende de generaciones, barrios y estratos sociales. CdF dialogó con Nicolás Matías Rigatuso, presidente de Federal que fue claro en la decisión de ambos clubes: “En ese momento la totalidad de los dirigentes de los clubes decidimos curiosear un poco por fuera de la información que circulaba de manera hegemónica”. La elaboración del texto, firmado por él y Lara Roncaglia presidenta de El Luchador, y diferentes medidas de distanciamiento social llegó tras la consulta a distinto profesionales asociados a los clubes.
Tanto Federal como El Luchador tienen como premisa luchar por el barrio, y siguiendo con esta premisa, Rigatuso sostuvo: “Tratamos de oír y de empatizar con las distintas realidades, que sinceramente muy lejos están de los distintos discursos oficiales”.
“El día que se dictamino el distanciamiento social obligatorio –siguió el presidente del Rojo-, fue para nosotros una noticia muy triste, como una sensación de asfixia”. En este sentido, comparó la medida del gobierno nacional con épocas de dictadura militar o el Estado de Sitio dictaminado en 2001. “Para nosotros que estamos mancomunados, que entendemos al club como nuestra segunda casa, una sensación muy fea”, agregó.
Sin embargo reconoció que los clubes le están dando “tiempo al proceso” y que se “reinventándose” para no olvidarse de los “que más nos necesitan” y “proteger a los grupos de riesgos”. Los clubes permanecen cerrados y actúan entre los vecinos de La República como una contención ante los problemas económicos, laborales y de movilidad, entre otros: “Intentamos atravesarlo sin demasiadas complicaciones, poniendo la mirada en los cuidados preventivos, para que no profundice el tejido social”, explicó Nicolás a CdF.
En sus palabras agregó que La República atraviesa otras problemáticas “más grave” como la “propagación del dengue o la falta de otras oportunidades”.
“Nuestra mirada es por ahí y contempla también lo que hoy dejo de ser titular en los periódicos”, subrayó el Rigatuso.
EL ROL DE LOS CLUBES DE BARRIO
Las instituciones en la periferia son un lazo íntimo con los rosarinos. Si bien, Nicolás Rigatuso aclaró que la labor de éstos no es iguales en cada barrio ya que “cada uno posee una identidad distinta y su composición económica también lo determina” sumado, agregó el presidente de Federal, al “exacerbado rol que tomó el Estado”.
“Nosotros entendemos que de esto se sale, no con el monopolio de la asistencia sino con una comunidad organizada, que participe, que entienda a los desafíos que nos enfrentamos”, puntualizó, también remarcó que los clubes se pusieron a disposición del sistema desde un primer momento y estimó que el Estado no supo “allanar el camino” para que las instituciones den todo su potencial.
LA PANDEMIA Y LA REPÚBLICA
Nicolás relató la realidad del barrio, con los clubes cerrados, las fábricas paradas, las escuelas sin chicos, los comercios con sus ventanas cerradas y la Policía patrullando. “A medida que fueron pasando los días de manera prudente comenzó a ver un movimiento, distinto, muy limitado pero movimiento al fin”.
Las actividades están “trastocadas” y con el paso de los días el aislamiento social comienza a ceder y aunque Rigatuso reconoció que “era lo que se buscaba”, el barrio “se protege, toma recaudos, sin tratar de perdernos”. En este contexto los clubes organizaron una olla popular donde entregaron 800 raciones de comida buscando atender la demanda alimenticia a la población de riesgo y aquellos que lo necesitan: “Fue un desafío enorme por la cantidad de recaudos y cuidados que tuvimos que tener, pero se pudo organizar de manera excelente. Fue una forma de que se sienta querido, pensado, cuidado”.
El operativo fue “inédito” para La República. “Muy particular y muchas emociones juntas, risas, llantos y agradecimientos de parte de todos los vecinos”.
“Fue una actividad muy reconfortante y que nos permitió como barrio enfrentar la pandemia defendiendo lo que somos”, manifestó el presidente de Federal.
FEDERAL Y EL LUCHADOR, PARTE DE LA RED DE CLUBES
La Red de Clubes de Rosario emitió un comunicado exponiendo la realidad económica y Federal y El Luchador no quedan extensos.
“Acá no se trata, sólo de ver cuántos empleados tiene cada uno y como pagar los sueldos. Primero hay que garantizarles el bolsillo a la gente, que en definitiva son las que hacen y componen los clubes. Y después, si es necesario atender, pero de al que más lo necesita al que menos y los que más lo necesitan, son justamente los clubes que tal vez no tengan empleados, si trabajadores. Sinceramente creemos que el Covid-19 tiene que terminar con algunas hipocresías construidas en nuestra historia”, resolvió Nicolás Rigatuso, presidente de Federal y añadió que la asistencia económica debería priorizarse para con los clubes de menor ingreso.
“Es cierto -continuó- que esto es también una crisis económica, y de esta salimos todos juntos, pero hay que aprovechar también en la salida de generar un cambio social”.
Federal y El Luchador propondrán ante la Asociación Rosario de Fútbol, y a todas aquellas asociaciones que alcancen los deportes que practican ambos clubes, que este 2020 sólo se abonen los árbitros y aranceles de los seguros y que luego se aplique el fondo de emergencia que tiene la ARF.
Por último, Nicolas Rigatuso, presidente de Federal, y en nombre de El Luchador, hizo hincapié: “Creemos y tenemos una cuota de fe de que nuestra experiencia va a ser distinta a la que aconteció en Europa; tal vez, por el sólo hecho de que estemos más curtidos. Estamos ansiosos, prudentes con la pelota quieta bajo la suela, extrañando verla rodar”.
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