Sagrado impulsó un gran proyecto femenino y se convirtió en la primera institución que presentó dos equipos de mujeres. Tras la finalización del torneo de Primera B, a pesar de los resultados, ambos equipos rescataron un saldo positivo en la primera temporada de competencia.
Desde lo numérico, los dos equipos mostraron caras muy distintas. La línea A se consagró campeona con 39 unidades y ganando todos los partidos, mientras que el equipo B terminó con 5 puntos ocupando la última posición.
El entrenador de ambos equipos Juan Ignacio Carrizo comentó cómo fue su llegada a la institución: “Hace tres años, por medio de amigos, me sume a futsal masculino y luego, hace un año, ya recibido de profesor de educación física, se presentó el proyecto de femenino”.
Con respecto al equipo, el DT destacó que de 30 jugadoras, divididas cuantitativamente en los dos conjuntos, sólo dos habían tenido experiencia en el futsal, el resto nunca habían practicado el deporte.
En cuanto al torneo, Carrizo dijo: “Fue muy lindo, pero por momentos agotador tener que jugar 3 o 4 partidos por semana y resultaba complicado por la falta de competencia anual. Además de eso se sumaba la carga física y mental”.
También hizo hincapié en su experiencia, ya que para el entrenador era la primera vez que le tocaba estar en dos situaciones antagónicas: pelear el primer puesto y el último. “Creo que los objetivos establecidos se cumplieron, con el A buscábamos estar entre los primeros puestos, mientras que con el B proyectamos estar en la mitad de la tabla y estuvimos en deuda. La idea era formarlas como jugadoras y personas dentro de la cancha y creo que la unión que lograron ante resultados adversos dejan mucha ilusión para el próximo año”, manifestó Carrizo.
El torneo arrancó en octubre, pero el trabajo de Sagrado comenzó en el primer semestre del año. “Era muy difícil tenerlas motivadas sin competencia”, reveló el DT y agregó: “Sin embargo, organizamos partidos y torneos amistosos para que sumen roce y experiencia”. Además, remarcó el trabajo de su preparador físico Tomas Hamui y la comisión directiva para desarrollar estos encuentros.
Por ultimo, habló del 2020 y aseguró que ya lo están proyectando: “A diferencia del 2019, ya contamos con la base del equipo desde el minuto cero. Lo que nos va a permitir trabajar de forma más ordenada”. Y repitió el mismo objetivo para la próxima temporada: “formar personas”.
“Antes que nada quiero que disfruten de lo que hacen, porque esa debe ser la manera”, puntualizó le técnico y anticipó una prueba de jugadoras para febrero en busca de sumar más mujeres al proyecto de Sagrado Corazón. “Queremos agregar la categoría sub 15, que es fundamental para continuar con el crecimiento de la institución”, cerró Juan Ignacio.
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