Hoy en día, los árbitros rosarinos cuentan con una gran responsabilidad, teniendo a su cargo los diferentes partidos, todos de suma importancia para ellos. En ese marco, la árbitra Lucía Barreto habló con Cuna del Futsal sobre la actualidad del arbitraje, contando como se vive dentro y fuera de las canchas, y las sensaciones que se tienen con respecto a su lugar de trabajo.
A medida que inició, logró integrarse y empaparse en el tema. Con el paso del tiempo le gustó cada vez más la actividad, y ahora se encuentra disfrutando de su profesión. Destacó que tanto la Liga Rosarina como la gente que la rodea pasó a ser como su propia familia, debido al compañerismo que se genera en el trabajo. “Es un laburo, pero si lo disfrutás no lo parece”, aclaró Lucía.
En sus declaraciones dejó demostrado que ella lo siente así, teniendo a su favor buenos compañeros a su lado, que te ayudan a progresar y mejorar día a día, partido tras partido. “Esto es una locura donde se viven experiencias increíbles”, comentó.
Explicó que siempre se trata de mejorar y estar a la altura de los equipos, debido a que cada semana que pasa crecen más, y los árbitros no se pueden estancar. “Son exigentes y nosotros tenemos que saber como actuar y manejarnos”. Y agregó: “Cada año es un nuevo desafío y la exigencia está, pero más se exige uno mismo, confío en mí, en mis compañeros, y en los que nos representan”.
Hoy en día el arbitraje está creciendo muchísimo, cada vez se suma más gente, y muchas mujeres se están animando y ya están dirigiendo. A principio del año anterior solo eran cuatro o cinco, y se finalizó con diez mujeres árbitras ya en actividad. “La verdad que es increíble la gente que se suma a esta locura”, dijo Barreto.
Como expectativa para este año, Lucía solo piensa en mejorar, en estar a la altura de las circunstancias y de cada uno de los equipos. Además, ser mejor compañera y ayudar a quien lo necesite.
Comunicación Social (UNR).