El futsal de la Asociación Rosarina de Fútbol entró en parate y es tiempo de balances. Una semana para descansar, renovar energías, refrescar ideas y encarar la etapa final de la temporada para cumplir los objetivos planteados. Si hay un club que quedó satisfecho con lo hecho desde el uno de enero a esta parte, es María Madre de Villa La Lata.
En este 2019, desde el ente madre de la cuna del futsal, se han afiliado una considerable cantidad de elencos. Con el fin de dar un salto de calidad en lo que refiere a la disciplina, muchos clubes confiaron y apostaron por competir en los campeonatos organizados por ARF. Una Institución que cumplió el sueño de sumarse en la vigente temporada, es María Madre.
María Madre surgió por iniciativa del padre Gonzalo Carbone allá por el 2015. El fin era tener un espacio propio para que los chicos de Villa La Lata puedan recrearse, alejándose de la calle y los vicios que ésta les ofrece. Con el paso del tiempo la entidad fue tomando forma, incluyendo el futsal como una herramienta de inclusión social.
Todos los días en María Madre se lucha ante los prejuicios, la marginalidad, la desigualdad y los vicios de la calle. Pero lejos de quedarse de brazos cruzados, en Villa La Lata dieron el ejemplo que, organizándose y poniendo el proyecto por delante en cualquier circunstancia, se puede ofrecer una alternativa para los jóvenes, para que pasen menos horas en las calles, y más en el club.
El año calendario comenzó de la mejor manera para los celestes, ya que pudieron materializar el sueño de competir en la Rosarina. Verse las caras y medir fuerzas ante los clubes de la élite del futsal de Rosario suponía todo un desafío para la joven institución. El primer equipo compite en la categoría B2, siendo el octavo de la tabla de posiciones. Con una base de casi 200 jóvenes, María Madre cuenta con casi todas las categorías, más precisamente con primera, reserva, cuarta, quinta, sexta, séptima y novena. Con ausencias en octava y décima, además de carecer futsal femenino y veteranos, desde La Lata aseguran que apuntan a completar la tira para 2020.
“Queremos que más chicos del barrio se sumen para poder completar la tira”, le confió a Cuna Del Futsal el flamante coordinador del club, Lucas Vallejo. “Tenemos una iniciación de niñas menores de 15 años, que están entrenando pero todavía no compiten, la idea es tener un equipo consolidado también en el femenino para competir el año entrante”, agregó.
Por lo general, los resultados son principales los indicadores a la hora de hacer un balance, pero en el caso de Maria Madre se pueden utilizar muchos otros factores, y no es por ausencia de estos, porque las inferiores del celeste dan que hablar (la quinta es puntera invicta y la sexta es escolta en su categoría). Su función social y la construcción del estadio, hacen que el semestre califique como sumamente positivo.
María Madre es el único club de nuestro futsal que ha podido construir e inaugurar su estadio propio a lo largo de este semestre. El mismo fue inaugurado el 4 de mayo con una serie de cotejos de inferiores ante Horizonte. La cancha está ubicada en plena zona sur, más precisamente en calle Presidente Quintana y Roca. La construcción demoró aproximadamente 3 meses y contó con los aportes del Plan ABRE, el Ministerio de Justicia de la Provincia y empresas privadas.
“El saber que tenes un lugar propio es hermoso, nos dio identidad”, disparó José Luis Villalba, entrenador de cuarta y quinta división. “Es una cancha preciosa, no son muchos los clubes que tienen una similar; hay que saber valorar lo que tenemos“, agregó. Con tono de felicidad y entusiasmo, el DT dijo que lo único que le gustaría mejorar de cara al segundo semestre es finalizar con la construcción de los baños y vestuarios: “Es algo elemental, es lo único que faltaría para estar completos”, señaló.
En María Madre todos los chicos tienen las mismas oportunidades, no existen barreras ni prejuicios. Cada joven que se acerca al club cuenta con botines e indumentaria de entrenamiento, la única premisa es divertirse dentro de la cancha y salir de los vicios que la calle ofrece. “Antes eran las dos de la mañana y estaba en la calle, ahora me acuesto temprano porque al otro día entreno; me cambió la vida“, confesó Guillermo Aguirre, jugador del primer equipo.
Sin lugar a dudas que el futsal de María Madre llegó para transformar la vida de los jóvenes de Villa La Lata, y ofrecerles un modelo de vida lejano al de la calle. El simple hecho de tener que cumplir días y horarios de entrenamiento, compartir con el compañero y respetar tanto a la autoridad como al prójimo, son valores adquiridos mediante la disciplina pero que ayudan para el día a día de estas personas.
En el debe queda la conformación del futsal femenino, aunque en la La Lata ya trabajan en eso. “Actualmente estamos trabajando con 13 chicas que tienen entre 9 y 12 años aproximadamente, la idea es seguir desarrollando el proyecto“, comentó el entrenador Juan Carlos Catalano, quién está llevando adelante el combinado de mujeres. La idea que tienen desde el club de zona sur es agrandar la base y poder armar un equipo para el año entrante. Además y como mencionamos anteriormente, el otro ítem a mejorar es completar la tira de inferiores, que implicaría conformar la octava y la décima.
El balance de María Madre en sus primeros seis meses en el futsal ARF es por demás de positivo. Supo consolidarse, es protagonista en divisiones inferiores, está agrandando la base y proyecta completar la base y tener equipo femenino para 2020. Como si esto fuese poco, logró construir e inaugurar su cancha, y está en obras para poder contar con baños y vestuarios. Si bien el primer equipo no destaca en la categoría B2, tuvo una buena adaptación y está asentado.
Párrafo aparte para el trabajo social que se hace en el club, siendo un motor de inclusión social en Villa La Lata para alejar a la juventud de la calle, brindándole oportunidades, contención, e inculcándole valores para el día a día. Los fines de semana los chicos se ponen la camiseta de María Madre y salen a ganar, pero el partido más importante y al que apuntan ganar desde la cúpula del club, es el partido de la vida.
Periodista deportivo. Productor de LT3.