El futsal femenino crece y crece, y en este 2020 el Torneo de Verano estará repleto de equipos debutantes en esta competencia. Del año anterior a esta temporada creció de 5 a 32 clubes participantes y entre ellos asoma Tiro Suizo.
Desde la cortada Raffo llegan las chicas para disputar esta edición de la competencia y Cuna del Futsal se metió en la preparación del Suizo y dialogó con Nadia Rocío Silva, futbolista del equipo.
Tiro Suizo compartirá el Grupo F con Parquefield, Suderland y Teléfonos. Mirá todos los grupos y el formato de juego aquí.
‘Nano’, como la conocen en el club de zona sur, es lateral ofensiva y lleva la 12 en su espalda, si le preguntan es derecha, pero por lo bajo aclara: “le pego con las dos”. Hace casi 15 años comenzó con la pelota de medio pique y se asentó en Tiro Suizo para llevar su pasión a flor de piel.
“Es un grupo muy lindo, está unido y con objetivos claros”, lanzó en sus primeras palabras la jugadora de 37 años.
El equipo femenino de Tiro Suizo se está rearmando, reveló Silva, entre baja de jugadoras y entrenador la última semana de enero comenzaron las pruebas para sumar jugadoras. Entrenan cuatro veces por semana, “dos en la cancha y dos vamos al parque”, expresó.
Las Tricolores tienen un objetivo claro: “Estar en los puestos de arriba”, afirmó Nano. Para ello, sabe que tiene que haber una combinación de lo realizado en 2019 y esta nueva etapa: “Teníamos una base táctica la cual fuimos mejorando y afianzando, el nuevo técnico va a aportar nuevas ideas y espero que rápidamente podamos plasmarlas en el juego“.
Los amistosos llegaron recién los primeros días de febrero. “Por suerte ya comienza el Torneo de Verano“, manifestó Silva como motivo para calmar la tan insistente ansiedad. No obstante se lamentó: “Lo malo es que nos agarra a mitad de pretemporada”.
En tono personal, la lateral expresó que le gustaría ver un Tiro con un juego “bien dinámico, rápido y eficaz. Esto último -continuó y confesó- nos faltó en el 2019″.

Nadia Silva comenzó a jugar en 2006. Velocidad y Resistencia fue el primer club que la vio jugar, pasó por Central Córdoba y desde allí a Nueva Aurora para luego recalar en la Sociedad Libanesa, siempre con el mismo equipo. Antes de la desarticulación del grupo, volvió a Nueva Aurora y ya en soledad fue directo a zona sur.
“Me apasiona el futsal, trato de aprender siempre un poco más y de compartir mis conocimientos“, afirmó con efusión la número ’12’, que transita su tercer año en la cortada Raffo: “Me siento cómoda en el equipo, es un grupo divino nos apoyamos entre todas”.
Para este 2020, en lo personal, tiene en mira mejorar técnicamente y, entre risas, cerró: “Tengo que hacerme más amiga del arco. No soy de patear al arco y me lo recriminan bastante”.
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