Nada le quitará lo bailado al plantel rojinegro. Aquel equipo que era una especie de Cenicienta en este cuento que es la Supercopa de Campeones, comenzó a hacerse importante a través que pasaban los partidos. Primero eliminó a Racing, campeon vigente de la Primera B, y en semifinales a Villa La Ñata, quién logró el título en la última Liga Nacional Argentina de Futsal.
El último escollo terminó siendo el más complicado para el equipo de Gabriel Valarín. Era sabido que Boca Juniors era el rival más determinante de los clasificados a esta competencia, aunque la esperanza es lo último que se pierde. La Lepra hizo un aceptable partido, pero la jerarquía del rival fue demasiada, sustentada en dos campeones del mundo como Vaporaki y Basile.
El primer tiempo el equipo dirigido por Hernán Basile fue el claro dominador de la pelota. Newell’s no podía tener posesión de la misma, y solo se atrevía a través de contragolpes que no llegaban a lastimar a Boca. A los diez minutos de transcurrido el partido, y tras un error en salida del club rosarino, Andrés Santos abría el marcador y le daba justicia al resultado.
Otro error en la zona baja leprosa hizo que tan solo dos minutos después, el vigente ganador de la Supercopa estuviera más cerca de lograr el bicampeonato. Alamiro Vaporaki, uno de los pilares del Xeneize y campeón del mundo con la Selección Argentina puso el dos a cero parcial, y el partido estaba cada vez más cuesta arriba para el conjunto rojinegro.
Y peor sería tan solo un minuto después, cuando Franco Martínez Riveras encontró mal parada a la defensa de Newell’s y no dudó cuando quedó mano a mano frente a Abud. El tres a cero ya parecía irremontable, sobretodo por la superioridad mostrada por el equipo de Basile.
Antes de que termine la primera mitad, Boca Juniors terminaría de sentenciar el duelo. Santiago Basile, otro campeón del mundo con la Selección de nuestro país, y hermano del entrenador, capitalizó una sexta falta y la convirtió en gol. De esta manera, el Xeneize se iba al descanso con una diferencia de cuatro tantos, y sabía que simplemente con defender le bastaría para lograr el bi.
La segunda mitad comenzó con un Newell’s un poco más decidido y atacando dentro de sus posibilidades. Pudo llegar al descuento a través de Bernardo Araya, acaso el mejor jugador de este torneo para la Lepra. A pesar de achicar la ventaja en el resultado, Boca es un equipo muy trabajado y plagado de estrellas, lo que hace aún más dificil la tarea del rival.
No hubo tiempo para más y la Lepra no pudo conseguir el sueño de todo el pueblo rojinegro. Sin embargo, lo demostrado a lo largo del torneo deja en claro que el equipo conducido por Valarín está por el buen camino, y que jugando de esta manera, serán más las alegrías que los sinsabores. Y de yapa, se convirtió en el primer equipo del interior, y en no ser de Primera, que logra llegar a una final en la Supercopa de Campeones.
Radio Boing. Cuna del Futsal