En esta nueva sección de Cuna del Futsal, se repasará la carrera de los directores técnicos de la Asociación Rosarina de Fútbol (ARF). En esta ocasión, Juan Cabrera, el histórico entrenador de Federal es el protagonista, con más de 11 años en el club de calle Zeballos y su año en Newell’s de Arofusa.
A fines del 2008, Juan estaba en el último año de la carrera de Periodismo Deportivo en TEA y, a la par, participaba de un programa de automovilismo en LT3 y otro en radio Del Plata. Con una propuesta de un amigo comenzó a dirigir fútbol de salón en Federal. En su historia también está su paso por Newell’s en 2012.
Damián Torres y Nicolás Rigatuso fueron los responsables de incluir en el proyecto deportivo a Cabrera, ya que era el primer año que se iba a federar el deporte del club. En un giro de película, abandonó la carrera y comenzó a trabajar con amigos y en un club de barrio, lo que él define como “la mejor decisión de mi vida”.
Juan nunca jugó al futsal, si al fútbol de campo en Juan XXIII y en Social Lux. Aunque tienen cosas en común, también existen muchas diferencias entre ambas disciplinas. Un año después de su llegada a Federal, el club comenzó a competir en Arofusa.
“Soy un compañero muy leal a los míos y a mis convicciones”, fueron las palabras elegidas para definirse. Estar a cargo de un grupo siempre genera responsabilidad ya que hay que conducir y tomar decisiones. Es un lugar donde se ponen en juego un montón de sensaciones ya que los vínculos sobrepasan la función jugador/entrenador. “Ser entrenador es un desafío”, describe el entrevistado, quien además resalta que es un lindo reto porque él por sus jugadores se juega entero y sabe que ellos también.
Una de las cuestiones que más se trabaja en Federal es la identificación y pertenencia con el club, algo que Cabrera siente muy arraigadamente. Es un gran trabajo el que se lleva a cabo para cuidar “la segunda casa” como Juan le dice. Las cuestiones deportivas no dejan de ser importantes.
Del fútbol, al futsal. Muchos años de experiencia son los que lleva consigo Cabrera, quien en este recorrido de aquel día que comenzó a hoy marcó muchas diferencias. Este tiempo es importante para crecer como entrenador y como persona, él confiesa que lo importante es saber leer las situaciones y ser autocrítico. Hoy se considera “mucho más formado”, aunque deja en visto que es un aprendizaje constante ya que cambian los jugadores, los planteles y el deporte en sí, crece la liga. Considera su profesión como exigente además de apasionante, ya que no hay que dejarse estar.
“No olvidar nunca lo que somos, ni de dónde venimos”, esto es lo que representa ser el entrenador de Federal para él. Federal jugó el año pasado dos fases de Copa Argentina y en ambas fueron 150 socios, vecinos, familiares y amigos.
Federal es una de las cosas más importantes en su vida, porque hace a su identidad. Es el lugar donde transita casi todas las horas del día, donde genero vínculos personales sinceros, leales y donde están sus máximos referentes, que son sus mismos compañeros. Es el lugar donde renueva constantemente sus sueños. Muchos de los que tuvo los fue cumpliendo ahí, en comunidad. Hoy el club está lleno de vida, de niños y niñas, con 300 deportistas y artistas. Una masa societaria de 600 personas que acompañan la solidificación de un proyecto consolidado y con identidad propia dentro de un barrio donde conviven dos clubes, Federal y Luchador, y dos barrios, La República y Bella Vista.
Su paso por Newell’s fue muy positivo. Formó parte de un gran plantel con los cual aún mantiene relación y donde aprendió de varios referentes del deporte.
Juan no cree en la “competencia sana” que algunos nombran en el puesto por puesto que se da entre los jugadores. Cree que la competencia es el otro, no el mismo de mi equipo. Entonces lo que enseña como líder, es el crecer y hacer crecer al compañero, para que los dos sean mejores. Porque son un equipo y caminan hacia los mismos objetivos.
Su historia tiene a Federal como principal protagonista. Su paso por el fútbol de campo no hubiera servido en otro club quizás, pero como todo en la vida tiene un motivo, en el de sus amores si funcionó y funciona. La particularidad de la institución es que por varios años los planteles de futsal fueron conformados por jugadores que se iniciaron en cancha de 11. Su tarea principal es no encasillar a los jugadores y convertirlos en jugadores 100% de futsal porque hay cuestiones innatas e identitarias que uno no las puede, ni debe cambiar. “Nunca hay que sacarles el potrero, la desfachatez, la picardía”, cerró Juan.
Carrera como entrenador
- Newell’s Old Boys
- Federal
Periodista y futura Economista.
Entrenadora de Voley.