A medida que pasan los días, uno va tomando consciencia del trabajo que realiza. Veo difícil en entender tan fácilmente cuando uno no está tan acostumbrado a los saludos o a las felicitaciones. Pero todo lleva de la mano el esfuerzo hecho por absolutamente todos.
Que el futsal no tiene techo, no es algo que esté descubriendo yo, pero es cuestión de hacerles entender este sistema a quienes brindan el apoyo necesario para no frenarlo. Y no solo en Argentina, sino en Sudamérica, porque ya lo hemos visto en los sitios donde más notoria es la progresión.
Poco antes de veinticuatro horas del inicio de la 18° edición de la CONMEBOL Libertadores, nos llegó la confirmación de que íbamos a transmitir el certamen más importante de clubes del continente, ¿y cómo contener la alegría? Sobre todo, porque lo haríamos de forma oficial para el ente organizador. Y nada podía fallar.
Así fue como nos preparamos y nos pusimos manos a la obra. Porque era nuestro deber el atraer al público que no estaba tan sociabilizado con el deporte. Pero ojo, también sabíamos que iba a haber mucha gente que está interiorizada en la disciplina y cualquier error conceptual o estadístico, iba a ser corregido rápidamente. Así que lo tomamos con el 110% de responsabilidad.
Pese a no haber podido viajar y tener que hacerlo a la distancia, recibimos todas las comodidades para que nada pueda fallar. Para el ingreso al edificio desde donde transmitiríamos, llegó la solicitud de hisopado, por lo que debimos salir corriendo a hacernos el test, que por suerte, arrojó el negativo de todos los integrantes. Y vale la pena mencionarlos, porque también dejaron muchas cosas de lado para la intensa semana de trabajo: Sebastián Larocca, Diego Provenzano, Juan Cruz Iglesias y Patricio Knaudt. Además de varios nombres más que no tuvieron su espacio en el aire, pero sí nos hicieron rendir al máximo a una vez que los micrófonos se encendían.
Así fue como fuimos jugando nuestro partido, entendiendo que era todo el continente y demás quienes estarían del otro lado de la pantalla, era nuestro deber estar a la altura de lo solicitado. Aún más, estar al nivel del tipo de torneo que nos tocaba llevarles a sus casas. Porque en lo que entiendo, el nivel de paridad de esta competencia ha sido de los más igualados en los últimos años. Esto hace una clara referencia a la dimensión que ha tomado y hace imposible que quienes están a cargo miren hacia un costado. Realmente el que no se enteró de esta Libertadores, fue porque no quiso.
Sin más, lo primero que voy a hacer es felicitar a San Lorenzo, por continuar escribiendo la página dorada de nuestro deporte y por haber representado de la mejor manera a todos los hinchas del futsal que se prendieron a las transmisiones. Sobre todo, agradecer a cada uno y una que se prendió del otro lado de la pantalla y nos soportó durante los siete intensos días, que parecieron quince para nosotros, je. Hasta nos llegaron a comentar que hubo récord de visitas. ¿Qué locura, no?
El crecimiento de la disciplina requiere que continúe con el apoyo de los que están a cargo y es trabajo de todos mantener la vara en el nivel que se encuentra. ¡Ojalá pronto nos volvamos a encontrar!
Periodista especializado en futsal.