Rodrigo Schenone, como jugador y entrenador

En esta nueva sección de Cuna del Futsal, se repasará el recorrido, como jugador y entrenador, de los actuales DT’s de la ARF. En esta entrega el protagonista será Rodrigo Schenone, director técnico de Universitario, uno de los clubes debutantes para esta temporada.

Arrancó en 2002 en el Club Social y Deportivo Nueva Aurora, con el cual guarda un gran cariño, hasta el 2008 inclusive. En el 2009, cuando Gullermo Lorente asumió la presidencia de Newell’s se fue a jugar allí, hasta febrero del 2019, momento en el que dejó de jugar para “cambiar el rumbo definitivamente y dar un salto en mi carrera al mando de un equipo”, donde acumulaba experiencia como ayudante.

En 2016, en La Lepra, fue ayudante de Cristian Bresciani en una de las categorías de inferiores durante 6 meses y luego continuó solo a cargo de dicha división. Con el pasar del tiempo pasó a dirigir dos categorías. Además, dirige los planteles superiores de Universitario. Con el primer equipo arrancó en febrero del 2019 hasta la actualidad y con la tercera comenzó en febrero del corriente año.

Schenone recuerda cuál fue su mejor partido dentro de una cancha de futsal: “En un clásico contra Rosario Central, playoffs de 4tos de final en Newells con 3era, ganamos y los dejamos afuera. Yo tuve la suerte de marcar el primer gol del partido y de zurda”.

Pero curiosamente, cuenta que el mismo partido fue el peor: “Venía arrastrando una molestia en el abductor, entrené toda la semana normal, pero con dolor. En ese mismo encuentro, a comienzos del 2do tiempo luego de rematar en un córner sentí un tirón impresionante desde el abductor hasta la mitad del abdomen. Eso me llevó a tener pubalgia alta y baja que me marginó un año de la práctica deportiva”.

Ya del otro lado de la pista de juego, rememora su juego distinguido: “Fue en el 2019, la segunda semifinal que jugábamos en el año, con Universitario, en Velocidad, partido de playoffs de la otra liga. Nos tocó perder, pero lo que jugamos como equipo y la cantidad y calidad de situaciones que creamos fueron increíbles. Así que, a pesar de la derrota, me fui con más certezas que con dudas que estábamos bien encaminados”.

Pero se le complica el elegir un peor partido: “La verdad no tengo uno cómo DT, disfruto mucho de lo que hago a pesar de cualquiera fuese el resultado, pero obviamente que me gusta más ganar, que perder o empatar”.