Las Macabeadas son eventos similares a los Juegos Olímpicos donde se congregan deportistas de la comunidad judía y llevan a cabo distintas competencias. Dentro de ellas se distinguen entre Nacionales, Panamericanas y Mundiales, cuya primera edición tuvo lugar en Tel Aviv (Israel) en 1932.
Por el lado de las Macabeadas Nacionales, las instituciones comunitarias de la Argentina compiten entre sí. Acá participan tanto las divisiones infantiles y juveniles como la primera división y la categoría Veteranos.
Los Juegos Macabeos Panamericanos, en cambio, se realizan en representación de cada país a escala continental. Por parte de la Selección Argentina de FACCMA (Federación Argentina de Centros Comunitarios Macabeos), han sido convocados algunos jugadores de USAR para formar parte tanto de juegos juveniles como de categoría “open” (primera división).
Así fue el caso de Nicolás Schor, quien obtuvo la medalla dorada por duplicado. En 2015 en Chile formó parte de la delegación juvenil de Argentina y en 2019 fue convocado en la categoría ‘open’ a la 14° edición de Macabeadas Panamericanas, llevada a cabo en México. “Tuve la suerte de llegar a las dos finales y ganarlas enfrentando en ambas ocasiones a Brasil, con toda nuestra gente apoyándonos. Fue hermoso”, manifestó.
“Una situación que me quedó marcada fue en el Panamericano 2019, cuando nos tocó enfrentar a México el primer partido. Ellos eran los locales y el estadio estaba repleto de gente. Recuerdo que el día anterior entrenamos y sentimos que estábamos en la altura, y en la entrada en calor previa al partido la falta de aire se sintió mucho. Después salimos concentrados a la cancha y por suerte pudimos ganarlo, y fue épico porque se dio sobre el final”, recordó Schor.
Por otra parte, se detuvo a destacar el nivel organizativo del evento: “Te sentís en la élite del deporte. Estás las 24 horas enfocado en la competencia; las instalaciones y las comidas son muy buenas, la rutina está muy bien diagramada. Es impactante porque es vivir un evento como un profesional”.
El lateral sostuvo que ambas experiencias superaron sus expectativas: “Son cosas que voy a llevar durante toda la vida. Compartí grupo con personas de una calidad humana terrible y además había un nivel de jugadores y cuerpo técnico impresionante. Me llevé un montón de ideas nuevas y ganas de seguir aprendiendo día a día sobre este deporte”. Y agregó: “Todo el tiempo te relacionas con gente de otros países que está predispuesta para charlar e interactuar, y te llevas amistades que jamás hubieras imaginado”.
En ese sentido, hizo un paralelo entre los dos certámenes que disputó: “La gran diferencia estuvo en lo deportivo porque en lo colectivo me tocaron grupos hermosos. En ambos casos me quedaron enseñanzas, pero el cuerpo técnico del 2019 me hizo aprender un montón de cosas nuevas. Nacho Cabral es un fuera de serie, un entrenador perfeccionista y que está en todos los detalles. Además los chicos tenían una calidad increíble y eso me hizo crecer como jugador”.
También, Cuna del Futsal dialogó con David Grossman, que fue partícipe del seleccionado juvenil en las Macabeadas Panamericanas que se llevaron a cabo en Chile en el 2015, donde la Selección Argentina se consagró campeona tras derrotar a Brasil en la final.
El torneo estaba compuesto por cuatro equipos. El conjunto argentino inició su participación en la derrota ante Brasil; luego venció a Paraguay; hizo lo propio con Chile y llegó a la final ante el combinado brasileño, donde se impuso por 4-0 y consiguió la medalla de oro. “Creo que a ese partido llegamos con un nivel muy bueno y mostrando un juego vistoso”, manifestó Grossman.
“Fue una experiencia inolvidable por competir a un nivel que en Rosario no estaba habituado y por el sacrificio que implica formar parte. Ir a entrenar a Buenos Aires una vez por semana y al terminar las pruebas quedarse a dormir allá significaba un sacrificio económico y de tiempo muy grande, y coronarlo con el viaje y el título fue un sueño”, expresó.
En su opinión, este certamen se asemeja a vivir unas olimpíadas siendo un atleta olímpico. “El hecho de estar viendo un deporte y a los 5 minutos ir a ver otro; tener puesta la ropa de la delegación. Son cuestiones que lo hacen único, así como también competir con gente de Estados Unidos, Europa y todo América Latina”.
Dentro de las situaciones más relevantes, hizo mención a la final disputada frente a Brasil: “Recuerdo que fue el 1 de enero. En ese momento aparentemente no había partidos de ninguna otra delegación de Argentina, así que se acercaron todos a vernos y nos dieron su aliento. Fue algo que me motivó bastante a la hora de jugar. Ahí veías realmente que estabas representando a la Argentina. Fue el momento más lindo de las Macabeadas porque cumplimos el objetivo de campeonar”.
Las Macabeadas Mundiales, por su parte, se llevan a cabo en Israel cada 4 años y están dentro de las competencias deportivas más importantes del mundo. Allí participan las tres categorías (“Juniors”; “Open” y “Masters”). En la última edición (Julio de 2017) se produjo un récord de convocatoria, ya que participaron un total de 10.000 deportistas distribuidos en 85 países. Allí estuvieron dos jugadores de la primera división de USAR –Ezequiel Dolber y Kevin Garmizo– que representaron a la Selección Argentina de FACCMA y consiguieron el título tras derrotar a Australia 7-1 en la final.
El plantel estuvo conformado por mayoría de jugadores de Hebraica que ya se conocían entre sí. “Había chicos de mucho nivel con experiencia en partidos importantes, y con ‘Keke’ pudimos aportar lo nuestro”, afirmó Garmizo. Dolber coincidió: “Los de Hebraica tenían su estilo de juego, ciertas rotaciones y jugadas de pelota parada. Ya era un grupo armado y con Kevin pudimos adaptarnos muy bien. Ellos también sabían de nuestras cualidades y nos daban libertad a la hora de jugar. Creo que la clave fue la mentalidad del grupo, que estaba 100% enfocado en lograr el objetivo de salir campeón”.
“Fue una experiencia fabulosa, única en mi vida por haber sido en Israel que es un lugar con el que me siento totalmente identificado. Me dejó muchas enseñanzas, me hizo conocer amigos nuevos y también compartir experiencias con gente de todas partes del mundo. Además, ver la medalla de oro colgada en el pecho fue una emoción muy grande”, sostuvo Garmizo, que ubica este título dentro de los logros más importantes que le dio el deporte, en conjunto con los campeonatos que ganó en USAR y sus participaciones en Selección Rosarina y Nacional.
Para Dolber, significó un título familiar y la frutilla del postre de su carrera deportiva: “Mi experiencia personal fue increíble y superó toda expectativa. Personalmente era un sueño que tenía y fue lo que me faltaba lograr. Ya había ganado títulos en Rosario y jugado Ligas Nacionales. Haber conseguido la medalla de oro fue una satisfacción que la sentí muy parte de mi familia, porque viaje con mi hermano Noé y significó una responsabilidad y un esfuerzo terrible para nosotros”.
Recordando los momentos más importantes de aquella experiencia, Garmizo hizo referencia a un grupo de chicos de USAR que estaban en Israel y les dieron su apoyo en la final: “Eso fue hermoso. Ver la bandera de USAR al lado de la medalla de oro para mí es lo mejor que hay”.
El conjunto dirigido por Andy Kornitz ganó los seis partidos que le tocó disputar (Hungría; Israel; Hong Kong; México; Francia y Australia) y la Selección Argentina de FACCMA logró así obtener la medalla dorada luego de 16 años.
La próxima edición de Macabeadas Mundiales tiene fecha pautada para Julio de 2022 -La misma debió posponerse por un año por la postergación de los Juegos Olímpicos-.