La popularidad que ha tomado el futsal en la ciudad en los últimos años no para de sorprender. Adultos, jóvenes, chicas, chicos y niños forman parte del deporte hace tiempo. Pero ahora aparecieron ellas, que si bien conformaban el ambiente futsalísico, no lo hacían desde adentro de una cancha: las madres.
El proyecto como tal surgió en septiembre del 2021 en el Club Náutico Sportivo Avellaneda, y fue bautizado como Maxi Femenino. Se trata de un grupo de madres de jugadores del club que un día decidieron que querían empezar a practicar el deporte. Pero lo que comenzó como un “pedido” de cinco o seis mujeres, se transformó en una nueva categoría que hoy día cuenta con más de 40 integrantes.
Gustavo Andrada, quien tiene a cargo varias divisiones del futsal de Náutico, fue quien se hizo cargo de este grupo de madres. “Cuando me lo propusieron no pensé que iba a tener tanta expansión, porque no hay antecedentes de mujeres que hayan jugado a esa edad. Creí que se iban a aburrir, pero fue todo lo contrario”, contó entre risas a Cuna Del Futsal.
Sobre el porqué del inicio del proyecto, el director técnico se lo atribuyó a la “expansión” que tuvo el futsal en Rosario y en Náutico. “En el club hay muchas líneas y en una charla se dio. Empezaron a hablar, hicieron una reunión y decidieron que querían un profe. Ahí fue cuando me convocaron. Desde entonces, han avanzado un montón, tanto táctica como técnicamente”, contó.
Las primeras semanas las convocatorias fueron un “furor”. Empezaron trabajando en la cancha de césped sintético (la principal destinada para esta categoría), y cada semana eran más, a tal punto que tuvieron que limitar un poco el número de integrantes por una cuestión de espacios.
Las integrantes son mujeres desde los 35 hasta incluso más de 50 años, que entrenan tres veces por semana: lunes, martes y jueves a las 19. Cada tanto, realizan prácticas con trabajos físicos y clases teóricas, para instruirse sobre las reglas del deporte y la cuestión táctica, que es lo que “más cuesta”, dado a que es como empezar un deporte “de cero”.
Primeros roces
Debido a la falta competencia, cuestión que no mermó la convocatoria (desde que comenzó el proyecto no se bajó nadie; al contrario, continuamente están queriendo sumarse), el Maxi Femenino organizó amistosos contra los equipos femeninos de Banco Santa Fe y Rosario Central, que participan en Arofusa (Asociación Rosarina de Fútbol de Salón). La intención es ir “agarrando ritmo y roce”, a pesar de que la edad de las jugadoras rivales sea inferior.
Mientras tanto, son las mismas madres las que organizan partidos entre ellas durante los fines de semana en el sintético. Eso demuestra que las ganas de seguir practicando y aprendiendo del deporte están. “Tienen una iniciativa bárbara. No solo que no faltan a las prácticas, sino que si tienen que hacer rifas para comprarse algo, lo hacen. No se quedan quietas y eso está buenísimo”, celebró Andrada.
Consultado sobre la posibilidad de que el Maxi Femenino se replique en otros clubes y, en consecuencia, se organice una nueva categoría regida por la Asociación Rosarina de Fútbol (ARF), el DT dijo que lo ve “posible”, ya que podría ocurrir algo similar a lo que pasó con Veteranos, que poco a poco se fueron sumando exjugadores y armaron una división nueva (aunque, claro, en este caso no hay exjugadoras, lo que lo torna más difícil). No obstante, el entrenador reconoció que varias instituciones podrían negarse por falta de espacios.
El objetivo de arraigarse
A mediano plazo, Andrada expresó que se podrían empezar a organizar torneos amistosos con otros clubes que se animen a organizar esta categoría. Incluso, se podrían programar encuentros para jugar mini torneos y seguir difundiendo una idea que caló fuerte en Náutico. Tan fuerte que desde la dirigencia brindaron “todo el apoyo” al grupo.
En el mientras tanto, el técnico ya piensa en una propuesta para mantener “motivadas” a las jugadoras: jugar un torneo interno una vez al mes. Es decir, se dividirían todas las jugadoras en varios equipos y disputarían una competencia entre ellas, pero con las reglas de futsal. “Sabemos que ahora no estamos en condiciones de competir, pero para el próximo año sí vamos a llegar. Por eso, si Rosarina no organiza nada, seguramente lo haremos nosotros”, comentó.
Por último, Andrada reflexionó sobre esta propuesta e invitó al resto de los clubes a que se animen a aceptar el desafío. “Les diría a los clubes y a las jugadores que se animen. Es nuevo, y es lógico el temor, pero una vez que lo hagan les va a encantar. Van las parejas y los hijos a verlas y a alentarlas. Por experiencia propia, las tribunas se llenan y se vive un momento muy lindo”, concluyó.
Potterhead, sherlockiano y guardiolista ⚡🔎⚽