“Tenemos que lograr que los chicos estén más tiempo en el colegio”. La voz de Daniel Bérgamo, representante legal y administrador del Colegio Marista Nuestra Señora del Rosario, retumbó puertas adentro. La institución educativa cerraba sus ingresos a eso de las 15hs y no había más actividades hasta el día siguiente. La idea era que los alumnos pudieran pasar más tiempo dentro de un ambiente sano y seguro como la escuela.
“En la época en que mis hijos iban -argumenta Daniel-, el colegio estaba abierto de las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche. Ellos vivían adentro”. El deporte fue la excusa perfecta y comenzó entonces a planificar una estructura para que los chicos pasaran más horas en el colegio y no tuvieran que ocupar ese tiempo en la calle.
Apuntando más a los chicos que no tenían lugar en ningún club, Daniel y los miembros del colegio que apoyaron la idea comenzaron a sumar diferentes actividades deportivas. Así empezaron a surgir equipos de hockey, rugby y futsal.
El futsal en Marista no es nuevo. A fines de la década de los 70 y principio de los 80, el colegio tuvo su equipo en Arofusa, incluso lograron un campeonato en 1980. Mas luego la dirección institucional decidió terminar con la practica del fútbol de salón, hasta el 2018…
“Yo soy más del hockey, de futsal no conozco”, respondió Jorge Lucero, Coqui para los cercanos, profe de educación física, coordinador del Departamento de Educación Física de la institución y otro de los que más apoyó la intención de sumar deportes al colegio, al petitorio de Daniel Bergamo para la conformación del equipo de futsal. “El que sí se que sabe es Marcelo Nardone”, agregó luego.
A Marcelo lo conocían ambos. Daniel por haber llevado a sus hijos a Sirio en la época en que Nardone ejercía como coordinador, y Coqui por haber participado de capacitaciones que Marcelo en conjunto con su hermano Hugo y otros profes ligados al futsal daban allá por los años 2006 y 2007.
A los dos los convenció la idea. Marcelo era el indicado. Su modo de enseñanza inclinado fuertemente hacia lo pedagógico y lo humano encajaba con el perfil de la escuela. Encima, Nardone se había desligado de Sirio hacía poco tiempo y se encontraba a la espera de alguna propuesta interesante. En eso apareció Marista.
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“Es muy importante remarcar que la necesidad del futsal fue del Colegio, no de Marcelo Nardone, porque eso hizo que el apoyo sea el que fue, que se movilicen como se movilizaron, que construyeran la cancha que construyeron”. El que describe la situación es el propio Nardone, que hoy en día es el coordinador del deporte. “Construimos una estructura para darle lugar a los chicos de la escuela que no jugaban en otros equipos, no fuimos a buscar a quienes ya estaban en otros clubes”, resalta Marcelo.
Pasaron 6 meses desde que la institución resurgió el futsal hasta que, empujados por las ganas de los propios alumnos/jugadores, se inscribieron para participar en la liga de la Asociación Rosarina.
En 2019 el Colegio Marista, representado por su equipo autodenominado Maristas, inició su recorrido por la ARF. Se conformó un plantel superior muy numeroso, a pesar que la idea madre era construir bases sólidas en inferiores. Se sumaron también las alumnas, y hoy la disciplina cuenta con 2 líneas femeninas.
Aproximadamente 60 chicas y chicos son parte hoy de los equipos. El 95% son alumnos/as y ex alumnos/as, más algunos amigos y conocidos que se sumaron invitados a participar.
“Al principio hubo cierto temor de parte de los directivos porque toda nueva propuesta trae su mayor organización, más número de personas y sus posibles riesgos, pero cuando vieron que todo cerraba, que los chicos estaban contentos, que estaban dentro del colegio en un lugar contenido, les gustó la propuesta”, destacó Coqui Lucero.
La respuesta favorable también fue de los padres: “Son muy participes. Incluso hay padres que son médicos y se anotaron para participar, para acompañar. La comunidad del Colegio es muy generosa”, resaltó también Daniel Bergamo.
“El fin último es que se sumen muchos chicos y que todo esto les sirva para la vida, que se sientan cómodos, que estén contentos. Después los logros deportivos bienvenidos sean y que ellos los disfruten”, anheló el representante legal.
Larga vida al rock.