El futsal femenino acompaña al auge del masculino y crece cada día más. A pasos agigantados y rompiendo cualquier barrera que se quiera interponer en su camino. Demostrando claramente que esto dejó, ya hace mucho, de ser “cosa de varones”.
Hoy en la ciudad se avanza inclusive en búsqueda de más equipos, de más jugadoras, y de incrementar aún más el nivel competitivo que se tiene. En tanto, también se obra en pos del crecimiento de ellas, las más chiquitas. Por ese motivo, Cuna Del Futsal visitó el Club Regatas de Rosario.
Simpática, suelta y con las ideas muy claras, Lucía dio cátedra sobre lo que se viene y sobre cual es el camino para un cambio proveniente de la lucha que se ve hoy en los diferentes estamentos de la vida cotidiana y, claro, del deporte también.
Es hija de Laura, profesora de Educación Física, y de Hernán, un ex arquero que según ella “ya está viejito” y que por eso no juega más a la pelota. Además, tiene dos hermanos mayores: Ignacio de 15 años y Santiago de 12, que juegan al futsal en Regatas y al fútbol de campo en Adiur.
Habilidosa como pocas, con tan sólo 8 años se jacta de hoy poder hacer más de 20 jueguitos y de ser mejor que varios de los nenes que hoy también corren detrás de una pelota en el club del barrio de Arroyito. Más allá de su corta edad, su pasión por la redonda comenzó hace ya bastante.

“Un día agarré la pelota y empecé a patearla. Ahí mi hermano Santiago me miró y me dijo si quería que me enseñe”, comentó Lucía con una sonrisa de oreja a oreja que no dejó mucho lugar a suspicacias respecto a su respuesta.
Si bien desde el inicio su pasión siempre fue el fútbol, también practicó voley, natación, gimnasia deportiva y actualmente también juega al tenis. Esto, por iniciativa de su mamá que, lejos de no querer que juegue a la pelota, intentó que pruebe otros deportes hasta que pueda por si misma decidir cual era el camino que optaría por elegir. No hubo caso, hoy es jugadora de futsal de Regatas.
“Empecé a jugar cuando tenía tres años”, afirmó Lucía siendo, además, una de las primera nenas que se anotó cuando en el club se abrió la escuelita femenina de la disciplina. Así y todo, no solamente le gusta ser protagonista dentro del campo de juego, sino que también le atribuye su pasión al hecho de haber estado desde siempre alentando a sus hermanos desde la tribuna cuando juega Regatas.
Por su parte, no todo es correr atrás de una pelota y por ello Lucía contó: “Entrenamos dos veces por semana. Estiramos, corremos, hacemos ejercicios de movimientos y jugadas. Igualmente lo que más me divierte es cuando hacemos partidos. Y dentro de eso, meter goles jajaja”. En la escuelita femenina del futsal de Regatas hoy entrenan y juegan alrededor de veinte nenas y, entre ellas, una de las mejores es la señorita que levantó su mano al escuchar la pregunta sobre el tema… Quedará a criterio de cada quien…

Fuera de uno de los dos clubes de sus amores, ya que no dejó pasar la oportunidad de mencionarse como hincha de Rosario Central, también juega al fútbol en el colegio. Allí juegan partidos mixtos entre nenes y nenas y “eso lo hace también algo muy divertido”. Quizás la otra cara de la moneda es que, según ella, “a los nenes no les gusta que les digan que una nena juega mejor”.
Lejos de estereotipos, y devenida de una familia de deportistas, Lucía cuenta con la pureza y la inocencia necesaria para no concebir que el deporte conozca sobre géneros. Para ella, “el futsal no es algo sólo de nenes porque también le puede gustar a las nenas”, y nada más. Porque, solamente, depende de que tenga que gustar o no. Nada más.
Periodista – Gestión Deportiva. Dirección en Cuna Del Futsal. Director de Operaciones y Comunicación de WAP Esports.