Con una extensa carrera como jugador, pasando por varios ciclos exitosos, Adrián Mossuto se ha transformado en un conocido en el ambiente del futsal; principalmente, por su participación durante tanto tiempo en el equipo de la Universidad Nacional de Rosario (UNR). Ahora, luego de algunas experiencias buenas y malas, es DT de Nueva Aurora, club al que dirige hace más de un año.
La carrera deportiva de Mossuto en el futsal empezó en 1984, en la ACJ (YMCA -Young Men’s Christian Association-), es decir, en la Asociación Cristiana de Jóvenes hoy en día. Allí empezó en la división preinfantil, donde conoció a sus amigos más íntimos y aprendió los primeros conceptos: táctica, estrategia y técnica individual.
“Nos desempeñamos desde preinfantil hasta la división Cadetes, logrando ganar torneos en cada división. Nos lo tomábamos bien en serio, tanto yo como los muchachos (Pablo Bussano, Juan Ignacio Cecé, Emiliano Montero , Sebastián Taleb, Fernando Bussano y Facundo Bellotti)”, contó Mossuto. Y agregó que todos los conceptos de esos años fueron otorgados por Eduardo Arrigui, quien les enseñó a apasionarse sobre el deporte.
Mossuto se desempañaba como pivote, tenía mucha asistencia y visión de juego. Sin embargo, tenía poco gol, para lo que se esperaba del puesto, y poca marca. “Fueron aspectos que fui mejorando mientras crecía. Como vivía a una cuadra del club, estaba todo el día jugando al futsal con mis amigos, lo que nos potenciaba en la amistad y en la pasión por el deporte”, subrayó.
Al poco tiempo de sus inicios en el futsal, llegó un director nuevo a la ACJ que tomó la decisión de suprimir la competición de los deportes. “Nos pusimos muy tristes y tuvimos que buscar una nueva institución”, explicó el DT de Nueva Aurora. En ese entonces, eran siete integrantes, que tenían varias ofertas de distintos clubes, pero todos fueron a parar a Regatas, ya que habían conocido a Gonzalo Belloso y a Ramiro Colabianchi en la Selección de Rosario.
“Ellos nos invitaron a su club y ahí desembarcamos, con muchos interrogantes, pero la gente del club nos abrió las puertas de la mejor manera”, manifestó Mossuto. Desde ahí, jugaron en la división Juvenil, donde salieron campeones dos veces y pasaron a Primera A. Y, en su primer año en dicha divisional, perdieron la final con Servando Bayo.
En Regatas, Mossuto jugó varios años, en los que obtuvo grandes resultados y amigos, como Damián Faicht, Damián Bassadona, Diego Colabianchi y Hernán Colón. Sin embargo, de los siete jugadores que habían arribado de la ACJ, seis se fueron a Provincial, donde el DT solo podía elegir a cuatro integrantes (y el resto debía buscarse otro club, ya que la Asociación Rosarina de Fútbol no permitía más de cuatro pases del mismo club). Es por ello que Mossuto y un amigo quedaron afuera, así que se fueron a jugar al Club Sarmiento (disputó apenas cuatro cotejos).
No obstante, a los cuatro meses ambos jugadores fueron a Provincial, y los resultados llegaron rápido: ese mismo año llegaron a la final de la Primera A, perdiendo contra Sirio por penales. Allí estuvo dos años; luego jugó en Asecsa (un equipo armado por exintegrantes de la UNR que no podían entrenar y solo iban a los partidos). En simultáneo, Mossuto empezó a desempeñarse en otra actividad laboral, que no le dejaba tiempo para entrenar ni jugar. En consecuencia, empezó a separarse de sus amigos desde lo deportivo y cada uno tomó su rumbo. Tal fue así que en 1999 no participó en ningún elenco.
Reencuentro y etapa en la UNR
Cuando llegó el año 2000, el grupo de amigos tuvo la chance de juntarse nuevamente en la institución que los había formado, la ACJ. “Había varios que jugaban en el gran equipo de la UNR (Universidad Nacional de Rosario), donde estaban comprometidos y decidieron quedarse por tener competencias a nivel nacional e internacional. Nos pareció entendible”, recalcó Mossuto.
La UNR tiene una historia muy fuerte en el futsal; se enfrentó a los mejores del mundo desde los ’80 en adelante. Y a ese equipo fue a parar Mossuto, invitado en 2003 por Germán Lerín (el DT del elenco). “Fue la mejor decisión que tome futbolísticamente”, resaltó. Ese año, salieron terceros en una liga de honor en Rosario. Allí, también hizo muy buenos amigos: Lerín, Jorge Pfifter -hoy presidente de Nueva Aurora-, Rubén Daz, Diego Sorrentino, Mariano Sabia y Luciano Verrone.
En 2004, fueron al Panamericano (en la Zona Sur), donde, por primera vez en la historia, un equipo argentino de futsal salió campeón de una competencia internacional a nivel clubes. Ese logro les dio el derecho a jugar contra el campeón de la Zona Norte, y desde allí partir hacia el Mundial de Clubes de Rusia. En dicha competencia quedaron terceros, detrás de dos equipos rusos que se desempeñaban en el futsal FIFA.
“Desde ahí empezamos a disputar varios torneos que nos dieron roce internacional y mucha experiencia. Y, durante ese período, festejamos varios títulos rosarinos”, contó Mossuto, que pasó nueve años en el equipo de la UNR. Años en los que la UNR comenzó a jugar en la ARF, donde conquistaron tres títulos y disputaron un Nacional en Paraná.
Pero cuando llegó el 2011, Mossuto tomó la decisión de no jugar más. “Hacía un esfuerzo muy grande en lo físico y no me alcanzaba. Por lo tanto, en diciembre de ese año, cuando los chicos de Unión Americana me invitaron a dirigir el equipo, acepté”, comentó sobre su traslado de jugador a entrenador.
Nuevo rol
“Empezó otra etapa de mi vida en el futsal, pudiendo disfrutarlo desde otra óptica. Rápidamente, llegaron los dos campeonatos de primera división como DT con el CUA (Unión Americana), y la final ganada a Jockey para ir al Nacional”, relató Mossuto. Sin embargo, también sufrió la derrota en la final contra Regatas, conformando ese uno de los momentos más “tristes” de su carrera como DT. “Ahí me di cuenta que tenía que entender que iba a tener momentos excelentes, para disfrutar, y otros de amargura, para reflexionar”, reveló.
Mossuto estuvo en el CUA hasta octubre de 2015, cuando decidió dejar el futsal por un tiempo, ya que tenía otras prioridades: familia, trabajo, entre otras. “Tuve varias ofertas para dirigir, pero tenía que capacitarme y mejorar la forma de trasladar mis conocimientos”, reconoció. Para ello, en 2016 se fue solo a ver el Mundial de Futsal a Colombia, donde se quedó siete noches en Medellín, mirando todos los partidos que pudo.
“Estaba solo en Medellín y me llené de futsal. Fue un viaje que disfruté al 100 %, una experiencia increíble. Le agradezco a Vicente de Luise que me refirió para poder estar desde adentro en ese Mundial”, dijo el DT de Aurora. A pesar de no haber visto a la Argentina, porque estaba en otra ciudad, sí pudo ver a Rusia, Tailandia, Irán, España, Egipto y Azerbaiyán. “Fue tremendo apreciar de cerca a esos jugadores y técnicos”, remarcó.
La vuelta a la dirección técnica se dio en 2017, cuando un dirigente de Remeros le comentó que el torneo ya había comenzado, y que se habían quedado sin DT. “Eso fue en la mañana de un viernes y el sábado a la mañana tuve una propuesta de ellos para ir a entrenarlos. No tenían preparador físico, por lo que convoqué a Sebastián Gómez, que había estado conmigo en Unión Americana”, comentó Mossuto.
“Fue un año muy duro, con idas y vueltas de los jugadores. El club tenía buenas instalaciones, pero no era lo mismo jugar en la B que en la A, que te exige mucha superioridad desde lo táctico, físico y mental”, contó el DT. Y añadió “Tuvimos grandes resultados y una gran primera mitad de año para lo que podíamos aspirar. Pero se nos fue complicando con lesiones y demás en el segundo tramo”.
Al final, Remeros perdió el último partido contra, justamente, Nueva Aurora. Si empataban o ganaban, se salteaban el cuadrangular con otros tres equipos de la B (que luego ganaron de la mano de Marcelo López). “Me sentí muy bien por los chicos, aunque fue un dolor enorme no dirigir más. Arriesgué mucho en ir a Remeros, porque ya había empezado el torneo y la pretemporada había sido mala. No me arrepiento, pero me sirvió para reflexionar”, expresó Mossuto.
Llegada a Aurora
El 2018 para Mossuto fue tranquilo, ya que se mantuvo alejado de las canchas. A pesar de haber tenido “muchas ofertas”, no quería “saber nada”; todo se lo iba contando su amigo Damián Faicht. Sin embargo, a fines de ese año lo llamó otro amigo, Jorge Pfirter, para ofrecerle ser el DT de Nueva Aurora. No le pudo decir que no, y aceptó.
Mossuto arrancó con el pie derecho el 2019 en Aurora, ya que llegó a la final del Torneo de Verano (donde cayó contra Unión Americana). “Empezamos el año bárbaro. Tuvimos muy buenos rendimientos y sacamos buenos resultados. Peleamos el descenso con mucho compromiso y mantuvimos la categoría muy enfocados”, dijo. A pesar de los buenos matices, el entrenador reconoció que les faltó “eficacia” y “estado físico”, en algunos partidos, y “concentración” e “intensidad”, en otros.
En relación al 2020, el equipo empezó a trabajar el 6 de enero. “Hicimos una excelente pretemporada y, hasta que se corte la actividad, estábamos muy bien”, manifestó el técnico. Es que Aurora había ganado los tres partidos de su zona en el Torneo de Verano, y estaba listo para enfrentar a Federal cuando se suspendieron los deportes por la pandemia del COVID-19.
Finalizando, Mossuto habló de Nueva Aurora: “Puedo decir que la institución tiene buenos jugadores, con compromiso. Por su parte, la comisión está dedicada al club; tiene un muy buen coordinador (Hernán Giménez) y los profes de inferiores le ponen todo lo que tienen para que cada categoría esté a la altura”. Y, en cuanto a su actualidad, el DT concluyó: “El futsal me dio mucho en mi vida. Independientemente de si jugué bien o mal. Hoy estoy peleándola, como siempre donde estuve, con aciertos y errores, pero siempre con ‘buena leche'”.
Carrera como jugador
- ACJ (1984-1991)
- Regatas (1991-1995)
- Sarmiento (1995)
- Provincial (1996-1997)
- Asecsa (1998)
- ACJ (2000-2002)
- UNR (2003-2011)
Carrera como entrenador
- Unión Americana (2012-2015)
- Remeros Alberdi (2017)
- Nueva Aurora (2019-Act.)
Potterhead, sherlockiano y guardiolista ⚡🔎⚽